Un proyecto de ley que permitiría la deportación de inmigrantes eritreos que respalden al gobierno de su país de origen superó una primera votación en la Knéset con 51 votos a favor y ninguno en contra.
La iniciativa busca otorgar al ministro del Interior la facultad de expulsar a aquellos que expresen apoyo al régimen eritreo, bajo el argumento de que no enfrentan persecución y, por lo tanto, no tienen derecho a asilo en Israel.
Israel ha intentado en varias ocasiones implementar políticas para reducir la presencia de inmigrantes eritreos, estimados en unos 20.000, aunque algunas de estas medidas han sido bloqueadas por los tribunales.
Las tensiones entre eritreos favorables y opositores al régimen han derivado en enfrentamientos violentos. En agosto, dos personas murieron en una pelea callejera en Tel Aviv, y en septiembre de 2023 al menos 170 personas, incluidos policías, resultaron heridas en disturbios entre ambos grupos.
La diputada Yulia Malinovsky, de *Yisrael Beytenu*, impulsora del proyecto, afirmó que esta medida es «el primer paso hacia la restauración de la seguridad y la paz en el sur de Tel Aviv«. Argumentó que quienes apoyan el régimen no enfrentan peligro en su país y, por lo tanto, pueden ser enviados de regreso.