El primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, alcanzaron un sorprendente acuerdo para congelar temporalmente la discusión de la reforma judicial en la Knéset.
Ambos líderes decidieron retomar las negociaciones durante la sesión de verano, según anunció el partido Otzma Yehudit.
Guardia Nacional: una solución para mantener la paz
Además, con el objetivo de garantizar la estabilidad en las ciudades israelíes, en la próxima reunión del gabinete se aprobará la creación de una Guardia Nacional bajo la jurisdicción del Ministerio de Seguridad Nacional.
Ben-Gvir manifestó su conformidad con retirar su veto al aplazamiento de la legislación, a cambio del compromiso de Netanyahu de que se presentará ante la Knéset si no se llega a un acuerdo en el receso.
Manifestaciones y presiones políticas
Mientras tanto, decenas de miles de israelíes de derechas se han reunido en la Knéset, exigiendo avances en las reformas judiciales y presionando al gobierno para que no congele la legislación.
Originalmente, Netanyahu tenía previsto anunciar públicamente la congelación de la legislación sobre la reforma judicial tras la destitución del ministro de Defensa Yoav Gallant (Likud). Sin embargo, las manifestaciones masivas y la declaración del partido Sionista Religioso exigiendo la aprobación inmediata de la legislación que modifica el Comité de Selección Judicial hicieron que el primer ministro pospusiera su anuncio.
El acuerdo entre Netanyahu y Ben-Gvir busca dar tiempo a las negociaciones sobre la reforma judicial y establecer una Guardia Nacional para mantener la paz en las ciudades israelíes.
A pesar de la presión política y las manifestaciones, el gobierno israelí ha decidido optar por una solución temporal en este tema crucial.