El ataque con aviones no tripulados lanzado hoy por Hezbolá contra la residencia privada del primer ministro de Israel ha sido descrito por Avigdor Liberman, presidente de Yisrael Beytenu, como “una prueba más de que el régimen iraní no tiene líneas rojas y su objetivo declarado es la destrucción de la «entidad sionista»”.
Liberman, un político opositor de línea dura, ha instado al gobierno israelí a demandar que “todos los países democráticos condenen inmediatamente este intento de dañar al primer ministro y su familia”.
Además, afirmó que es momento de actuar de manera decisiva y “exigir un alto precio” a Teherán, sugiriendo atacar sus “instalaciones estratégicas” y la “élite militar y política” del régimen iraní.
Estas declaraciones se producen tras el incidente que, según informes, no causó daños a la residencia del primer ministro en Cesarea.