Altos funcionarios israelíes se reunieron el jueves para discutir la invasión rusa de Ucrania, decidiendo persistir en sus esfuerzos por sacar a los ciudadanos israelíes de la zona y prepararse para enviar ayuda a Kiev.
La reunión estuvo encabezada por el primer ministro Naftali Bennett y contó con la presencia del ministro de Defensa, Benny Gantz; el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid; el jefe del Estado Mayor de las FDI; el asesor de seguridad nacional y otros altos funcionarios de defensa y diplomáticos.
“Durante la reunión, revisaron todas las ramificaciones de la crisis en diferentes áreas (diplomática, financiera y de seguridad)”, dijo la Oficina del primer ministro en un comunicado.
La PMO dijo que, tras discutir el asunto, la dirección política ordenó a los distintos ministerios del país que se centraran en seguir trabajando para sacar a todos los ciudadanos israelíes del país; ayudar a la población judía local en Ucrania; prepararse para ayudarles a inmigrar; prepararse para enviar ayuda humanitaria, y seguir evaluando las posibles consecuencias de la invasión para Israel.
A primera hora del día, Bennett evitó condenar la invasión rusa de Ucrania -o incluso mencionar a Rusia por su nombre- en sus primeras declaraciones desde que comenzó la incursión.
“El orden mundial, tal y como lo conocemos, está cambiando”, dijo, al hablar en una ceremonia de graduación de oficiales de las FDI en el sur de Israel. “El mundo es mucho menos estable, y nuestra región también está cambiando cada día”.
“Son tiempos difíciles y trágicos”, dijo el primer ministro. “Nuestros corazones están con los civiles del este de Ucrania que quedaron atrapados en esta situación”.
Las declaraciones contrastaron con la condena del ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, a Rusia solo unas horas antes.
Lapid calificó la invasión de “grave violación del orden internacional”, en la más dura y directa condena de Jerusalén a Moscú desde que comenzó la crisis en Europa del Este.
Hasta ahora, Israel había sido prudente en sus comentarios sobre el conflicto y había evitado criticar a Moscú públicamente. Se cree que esto se debe, al menos en parte, a su necesidad de colaborar con la presencia militar rusa en la vecina Siria.