Trece vecinos del primer ministro Naftali Bennett en Ra’anana presentaron el jueves una petición al Tribunal Superior para obligarle a mudarse de la ciudad a Jerusalén.
Muchos de los vecinos cercanos al primer ministro en Ra’anana se han enfadado por el refuerzo de la seguridad que ha cerrado carreteras y desviado el tráfico cerca de su casa en el barrio residencial. También están enfadados por las interrupciones causadas por las protestas periódicas ante la casa de la familia Bennett, que, según ellos, han “tomado a los residentes del barrio como cautivos”.
En la petición judicial, los vecinos exigen que Bennett y su familia se trasladen a la residencia oficial del Primer Ministro en la calle Balfour de Jerusalén “como ha sido costumbre y se ha aceptado durante más de 70 años desde la creación de Israel”, según las noticias del Canal 12.
Desde que asumió el cargo a finales de junio, Bennett ha permanecido en gran medida en la residencia de su familia en la ciudad al norte de Tel Aviv. Aunque en un principio el primer ministro indicó que permanecería en Ra’anana indefinidamente, para mantener a sus hijos en sus colegios, posteriormente dijo que dormiría en la residencia oficial de tres a cuatro noches a la semana.
Según un informe de Canal 13 del mes pasado, la decisión de Bennett de que su familia permanezca en Ra’anana podría costar a los contribuyentes unos 12-15 millones de NIS (3,6-4,6 millones de dólares). Ese coste único se destinaría a la construcción de puestos de seguridad, controles de carretera, cámaras y otras infraestructuras necesarias para proteger al primer ministro. Se espera que otros gastos se destinen al alquiler de apartamentos cercanos para los funcionarios de seguridad.
A pesar de que Bennett juró su cargo el 13 de junio, el ex primer ministro Benjamin Netanyahu y su familia no abandonaron la residencia hasta la madrugada del 11 de julio. Sin embargo, el Shin Bet ha exigido, al parecer, una amplia revisión de la seguridad de la residencia antes de que Bennett se instale en ella.