El ministro de Jerusalén, Meir Porush (Judaísmo Unido de la Torá), celebró el miércoles una reunión de trabajo en su despacho para discutir la finalización del plan de desarrollo de los barrios árabes de Jerusalén, antes de la esperada aprobación del plan.
Según lo acordado entre el Ministerio de Jerusalén, el Ministerio de Hacienda y la Oficina del primer ministro, la decisión se aprobará en la próxima reunión del Gobierno.
Participaron en la reunión funcionarios del Ministerio de Jerusalén, el contable adjunto de la Oficina del Primer Ministro, el jefe del personal encargado de aplicar el plan y otros profesionales.
Al término de la reunión, Porush declaró: «Tras el trabajo de muchos largos meses, estamos llegando a la fase final, con la presentación del plan al gobierno en los próximos días. Llevamos a su aprobación un presupuesto de más de tres mil millones de shekels para un periodo de cinco años, aproximadamente un 50% más que el plan anterior.»
«El plan ha sido elaborado por los excelentes profesionales que se sientan hoy aquí, que han trabajado en cooperación con todos los ministerios del gobierno, el primero de ellos, obviamente, el Ministerio de Hacienda, así como con el municipio de Jerusalén, para conseguir los máximos presupuestos y garantizar que se invertirán en los lugares adecuados».
«Tras un largo periodo de trabajo entre bastidores, vemos que el plan ha recibido un amplio apoyo público, aunque quizá no todo lo que se ha dicho sea del todo exacto. En cualquier caso, alabo el enorme interés que suscita este importante plan, y que los distintos ministerios del gobierno, nuestros socios en este programa, hayan decidido desempeñar un papel activo en su avance.
«Invertir en Jerusalén oriental es nuestra obligación, como encargados de cuidar de todos los que se encuentran en nuestras fronteras. Este Gobierno, que sitúa a Jerusalén a la cabeza de su lista de prioridades, como vimos en la lista de decisiones importantes que se tomaron el pasado Día de Jerusalén, ve un mérito y una obligación invertir en todos los residentes de Jerusalén, sin hacer distinciones.»