El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) está “completamente infiltrada” por el grupo terrorista Hamás.
Esta declaración se produjo durante una reunión con embajadores de la ONU en Jerusalén. Netanyahu instó a que otras agencias de la ONU y de ayuda humanitaria reemplacen a la UNRWA en sus funciones.
La UNRWA, ante las acusaciones, enfatizó la importancia de realizar una investigación independiente. Se acusa a 12 empleados de la UNRWA de participar en un ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre. Como resultado, países donantes clave como Gran Bretaña, Alemania, Japón y Estados Unidos, han suspendido su apoyo financiero a la UNRWA.
Netanyahu lamentó la situación, esperando inicialmente que la UNRWA fuera un organismo objetivo y constructivo en Gaza. Un dossier israelí implica a 12 empleados de la UNRWA en la masacre del 7 de octubre, incluyendo a profesores y trabajadores sociales. Algunos de ellos, según el informe, estaban armados y participaron activamente en actos terroristas.
A pesar de las críticas a la UNRWA, un alto funcionario israelí indicó que Israel no desea que la agencia cese sus operaciones durante la guerra, por temor a una catástrofe humanitaria. Sin embargo, a largo plazo, sugieren que la UNRWA debería ser expulsada de Gaza.
Un segundo funcionario israelí confirmó que, según la inteligencia israelí, aproximadamente 1.200 empleados de la UNRWA en Gaza, el 10% de su personal, están vinculados a Hamás o a la Yihad Islámica Palestina. “Es evidente que Hamás va a infiltrarse en una organización que opera en una zona bajo su control”, agregó el funcionario.
Ante esta situación, agencias de la ONU advirtieron sobre las “consecuencias catastróficas” para Gaza si no se reanuda la financiación de la UNRWA. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, calificó las acusaciones contra los empleados de la UNRWA como “muy, muy creíbles”.