El líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, criticó al gobierno de Bennett-Lapid por el rápido aumento de la tasa de morbilidad del COVID-19.
“Hoy se ha batido un récord de seis meses de [nuevos] casos de Corona, un récord de cinco meses de muertes diarias y un récord de cuatro meses de número de nuevos pacientes en estado grave”, dijo Netanyahu, añadiendo: “Se trata de una tendencia preocupante e innecesaria que podría haberse evitado. Los ciudadanos de este país no deberían haber tenido que lidiar con este tipo de situación en primer lugar”.
“Al fin y al cabo, fuimos la primera nación del mundo en acabar con el virus, y hace ya siete semanas, insté a que se administrara una tercera dosis de la vacuna en todo el país, ya que teníamos un excedente de suministros en las estanterías. Si hubiéramos hecho lo que sugerí en su momento, el país no se enfrentaría a este tipo de pico de infección y no tendríamos conversaciones sobre otro cierre. Bennett perdió un tiempo precioso y los ciudadanos de Israel son los que están pagando el precio”, concluyó.
Aunque el lunes se diagnosticaron un total de 6.275 nuevos casos de coronavirus, frente a los 3.421 del día anterior, la ministra del Interior, Ayelet Shaked, declaró a Radio 103FM que creía que Israel podría “evitar un cierre… si [lograba] vacunar a los mayores de 60 años y aumentar el porcentaje de vacunados entre los jóvenes…”.
Shaked alabó la actual campaña de vacunación, declarando: “Estamos empezando a ver signos de que la tercera vacuna está funcionando, por lo que pedimos a todo el mundo que vaya a vacunarse”.