En un encuentro reciente con rehenes liberados y familiares de aquellos que aún están en manos de Hamás, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, declaró a un ex rehén cuyo hijo sigue en cautiverio que el país no “perdió” el 7 de octubre al no poder evitar la masacre perpetrada por Hamás. Según Netanyahu, “durante el Holocausto, cometieron el ‘7 de octubre’ 4.500 veces cada día”.
Grabaciones difundidas por el Canal 12 revelan a Netanyahu conversando con los presentes sobre la situación de los rehenes. Sin embargo, su énfasis parecía estar más en la importancia de que Israel se prepare para enfrentar amenazas mayores, como las de Hezbolá e Irán, a pesar de que el propósito de la reunión era discutir el acuerdo de rehenes.
Durante la reunión, Netanyahu explicó a los familiares su enfoque actual. “Quiero contarles en qué estoy ocupado”, les dijo, aunque sus voces fueron modificadas por el Canal 12 para proteger su identidad. “Estoy tratando de [prevenir] la destrucción de este país”.
Ante estas declaraciones, un ex rehén lo cuestionó si consideraba que “la guerra es más importante que los rehenes”. Netanyahu respondió sugiriendo que tal vez no lo estaban escuchando con la debida atención. Subrayó además que el futuro de Israel como Estado “está en cuestión”.
Netanyahu enumeró varias ciudades israelíes, incluyendo Nir Oz, Beeri, Tel Aviv, Raanana, Tiberíades y Haifa, para ilustrar lo que, según él, está en riesgo. “Toda la existencia del Estado, toda la existencia de Nir Oz, que se está rejuveneciendo, de Beeri, de Tel Aviv, de Raanana, de Tiberíades, de Haifa, todo, todo está en cuestión”, señaló. “Les digo la verdad: podemos impedirlo. Tenemos que hacer frente a este plan para la destrucción de Israel”.
La discusión fue tensa y al centrarse nuevamente en el acuerdo de rehenes, Netanyahu mostró señales de frustración. “Solo estamos hablando del acuerdo”, dijo, y criticó la idea de que alcanzar un acuerdo resolvería todos los problemas, incluyendo las amenazas de Irán y Hezbolá. “Es una locura. Una locura. No hay otra palabra para describirlo”.
Netanyahu hizo referencia a los planes de aniquilación de Israel, resaltando que Irán y Hezbolá están conspirando en su contra. “Irán está planeando nuestra aniquilación, Hezbolá está planeando nuestra aniquilación, están formando un círculo a nuestro alrededor y nosotros decimos que no iremos como ovejas al matadero”, afirmó, usando una expresión hebrea que alude a la percepción de pasividad de los judíos durante el Holocausto.
La tensión creció cuando uno de los ex rehenes preguntó si esto implicaba que no volvería a ver a su hijo, mientras otro sugirió que esa era precisamente la intención de Netanyahu. El primer ministro, no obstante, replicó que lo que estaba diciendo era “exactamente lo contrario”.
Después de que la discusión regresara al tema de los rehenes, una rehén liberada expresó su descontento con las referencias a la “victoria” contra Hamás, señalando que ella comprende “victoria esto, victoria aquello”, pero que para ella, Israel ya había perdido el 7 de octubre. “Devolvamos a los rehenes, así ganaremos”, propuso.
En respuesta, Netanyahu reiteró que Israel “no perdió” y comparó la tragedia con el Holocausto. “Dijimos que fue el peor evento que ocurrió desde el Holocausto, y es diferente del Holocausto. En el Holocausto, había entre 4.500 y 5.500 [7 de octubre] cada día”, puntualizó.
Concluyó resaltando los esfuerzos militares de Israel, afirmando que tras el ataque inicial, Israel actuó rápidamente para derrotar a los agresores. Sin embargo, la rehén liberada, todavía angustiada por la captura de su hijo, exclamó que ella misma se encontraba viviendo un “holocausto”. “Mi hijo está allí, yo estoy en el Holocausto”, gritó. “¡Prefiero morir que vivir aquí!”.