El presidente Isaac Herzog y el primer ministro Benjamin Netanyahu se reunieron el jueves en un encuentro rutinario, que tuvo lugar varios días antes del viaje del presidente a Washington.
Ambos trataron los temas actuales de la agenda, entre los que destacan la amenaza nuclear iraní y las actividades de Irán para desestabilizar la región.
En la reunión, Netanyahu subrayó ante Herzog dos líneas rojas frente a EE. UU.: Israel no aceptará que EE. UU. vuelva al peligroso acuerdo nuclear con Irán y actuará por todos los medios para impedir que Irán obtenga armas nucleares, ni aceptará una política de “no sorpresas” en relación con Irán.
Herzog volará a Estados Unidos la próxima semana tras ser invitado por el presidente estadounidense, Joe Biden, y se espera que se dirija a una sesión conjunta del Congreso el miércoles.
El viaje se produce en medio de tensiones entre Estados Unidos e Israel, tras la columna de Thomas Friedman en el New York Times en la que afirmaba que Estados Unidos está “reevaluando” su relación con Israel.
Un funcionario de la Casa Blanca aclaró el miércoles por la noche que en el seno de la Administración Biden no se habla de una posible “reevaluación” de las relaciones de Estados Unidos con Israel.
Anteriormente, una alta fuente diplomática israelí había declarado que Israel no tenía conocimiento de que se hubiera producido tal reevaluación de la política estadounidense hacia Israel.
El presidente Herzog comentó el miércoles la relación entre Estados Unidos e Israel y dijo: “Nuestros enemigos no deben tener ninguna duda, tenemos perfecto derecho a nuestros debates internos, incluso difíciles. Es una parte esencial de las democracias vibrantes y sanas. Pero somos más fuertes que nunca. Quienes nos pongan a prueba nos encontrarán decididos, unidos y fuertes. La alianza entre Israel y Estados Unidos es inquebrantable e insustituible. Igual que la democracia israelí, que también es inquebrantable e insustituible. Siempre lo ha sido y siempre lo será”.