En una grabación de una reunión recién concluida con los jefes de consejos locales en áreas afectadas por las masacres del 7 de octubre, lideradas por los terroristas de Hamás, se escucha al primer ministro Benjamín Netanyahu declarar que no aceptará un cese al fuego que permita a Hamás y a su líder, Yahya Sinwar, mantener su presencia y poder.
Netanyahu reveló que Sinwar inicialmente propuso liberar solo a dos rehenes israelíes y siete tailandeses, oferta que fue rechazada. Posteriormente, Sinwar ofreció liberar a 50 rehenes a cambio de una tregua de cinco días, antes de que se alcanzara el acuerdo actual, según el primer ministro.
En la grabación, se escucha a un participante describir la situación como el peor golpe a la confianza que han experimentado, incluso con el liderazgo nacional. La persona hace referencia a las preparaciones de Hamás para el ataque y lamenta que siempre se les aseguró que Hamás estaba disuadido. La pregunta que se plantea es cómo se puede restaurar la seguridad y la sensación de seguridad.
La respuesta de Netanyahu es clara: “En primer lugar, mediante la destrucción de Hamás. Y segundo, garantizando que ningún otro grupo de su tipo tome el control de Gaza”.
El líder israelí afirmó que Israel mantendrá el control general de la seguridad de la Franja de Gaza y que ha comunicado esta postura al presidente Biden. Al mismo tiempo, expresó su gratitud al presidente estadounidense por su ayuda para el retorno de los rehenes.