El Tribunal Supremo ha rechazado esta tarde (martes) la petición del Gobierno de aplazar la audiencia sobre los recursos contra la ley de reducción del criterio de razonabilidad.
La audiencia se celebrará el próximo martes con una composición sin precedentes que incluirá a los 15 magistrados del Tribunal Supremo.
Anoche, la presidenta del Tribunal Supremo, la juez Esther Hayut, aclaró al presidente de la Comisión de Constitución, el miembro de la Knesset Simcha Rotman, que no se descalificará para debatir las peticiones contra la reducción de la causa probable.
“La pretensión de nulidad del solicitante se basa, en esencia, en un discurso que pronuncié en la conferencia en el que me referí al discurso que el ministro de Justicia pronunció aproximadamente una semana antes, en el que enumeró una serie de iniciativas de cambios que piensa introducir en el sistema judicial”, escribió Hayut.
Añadió: “La pretensión de la demandante es que mis declaraciones en ese momento sobre la iniciativa de anular la norma de razonabilidad establecen una razón para mi inhabilitación para resolver en el procedimiento. La demandante se refiere en este contexto a diversas declaraciones y afirmaciones, y sostiene que pretenden expresar una posición cohesiva y decisiva por mi parte en relación con el objeto del procedimiento, los litigantes y sus motivos, así como en relación con los argumentos que esgrimen”.
Según ella, “no me pronuncié sobre el criterio de razonabilidad que ustedes promulgaron, sino en principio sobre los motivos de razonabilidad”.
Otra alegación: “El hecho de que el juez que actúa en el tribunal tenga una determinada opinión sobre un determinado asunto no establece automáticamente un motivo de recusación, siempre que no haya pruebas en sus palabras de que su opinión es sesgada”.
Los socios de Rothman respondieron “La decisión de Hayut es decepcionante y aumenta la desconfianza pública en el Tribunal Supremo. Sus declaraciones en un discurso en enero fueron del estilo demoníaco de los líderes de la protesta contra el gobierno de derechas. El lacónico rechazo de la petición de descalificarla demuestra una vez más que el Tribunal Supremo sigue una pauta de señorío sobre la Knesset y el gobierno y no está atento a las críticas. El corazón de la opinión pública exige un juicio justo”.
Según ellos, “acontecimientos de este tipo solo van a reforzar la determinación de llevar a cabo los procesos de corrección del sistema jurídico. Se espera que Rothman presente un recurso contra esta decisión”.