Un análisis de sangre realizado a un oficial de inteligencia encarcelado que murió en circunstancias misteriosas en mayo no dio una respuesta definitiva sobre si murió por suicidio.
El ejército dijo el viernes que las pruebas realizadas por un laboratorio de Estados Unidos no habían dado una respuesta clara sobre si había sufrido una sobredosis de uno de los dos fármacos que tomaba, que se informó que eran medicamentos antidepresivos y antipsicóticos.
“Los resultados muestran que la concentración de uno de los fármacos está dentro de los parámetros esperados como resultado de una dosis regular. La prueba de concentración del segundo fármaco no tuvo éxito”.
El ejército señaló que “este tipo de resultados se producen de vez en cuando”, ya que la prueba es compleja.
Dijo que los resultados se enviaron al Instituto Forense Abu Kabir de Tel Aviv y que se había notificado a la familia.
La familia del agente dijo en un comunicado: “Desde el primer momento dijimos que no se había suicidado y que otras circunstancias habían provocado su trágica muerte. Los resultados parciales de toxinas recibidos hasta ahora muestran que no había sobredosis de drogas en su sangre, y refuerzan nuestra valoración de que nuestro hijo no se quitó la vida”.
La familia está intensificando los llamamientos para que el ejército reconozca al oficial como un soldado caído. El oficial no recibió un entierro militar porque ya había sido liberado del servicio mientras estaba detenido.
El oficial se encontraba en una prisión militar en el momento de su muerte, ya que estaba acusado de graves delitos contra la seguridad nacional, cuya naturaleza exacta está censurada, junto con su identidad. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Aviv Kohavi, dijo que el oficial estuvo a punto de causar daños a un secreto de Estado, pero que se evitó el daño en el último momento.
El ejército ha dicho que el oficial trabajaba solo y que no actuó en nombre de un gobierno extranjero ni para obtener beneficios económicos o por ideología, sino por “motivaciones personales” no especificadas. Según los informes, los fiscales militares han estado considerando la posibilidad de pedir una condena de 10 años para el oficial.
El oficial fue detenido el año pasado y acusado en septiembre. Todavía no había sido condenado, pero estaba en prisión mientras sus abogados y los fiscales militares negociaban un posible acuerdo de culpabilidad. La noche del 16 de mayo, fue encontrado en estado grave en su celda y trasladado a un hospital, donde fue declarado muerto unas horas después.
Aunque se realizó una autopsia -con la presencia de un médico, en nombre de la familia-, aún no se ha determinado la causa oficial de la muerte, según las FDI, aunque los oficiales militares habían indicado que parecía tratarse de un suicidio.
En un servicio religioso celebrado en junio, un mes después de su muerte, su padre dijo: “Nuestro hijo fue asesinado, y de vez en cuando su buen nombre también es asesinado con filtraciones de tendencia cuando no se ha probado nada en el juicio”.
Expresó su rabia contra “un ejército que recibió a un soldado sano que se dedicaba a la unidad, desde el amanecer hasta altas horas de la noche, y que en circunstancias poco claras cometió acciones inexplicables”, dijo el padre el viernes.