Un informe reciente reveló una grave violación de seguridad en la base aérea de Tel Nof, descubierta durante una inspección sorpresa en noviembre pasado. Un oficial del proyecto envió un mapa aéreo detallado de la base a un trabajador árabe sin la debida autorización de seguridad. El mapa incluía información sobre las viviendas de oficiales y pilotos del portaaviones, con los nombres de los residentes y sus ubicaciones.
El trabajador árabe ingresó a la base junto a otro compañero, también árabe, sin la debida autorización. Ambos contaron con el permiso del comandante, lo que les permitió caminar libremente por la instalación sin supervisión.
El incidente se agravó en enero, cuando trabajadores árabes autorizados para laborar en la base aérea de Hatzerim intentaron sobornar a un soldado para que les vendiera su arma a cambio de 30 mil shekels. El soldado rechazó la oferta y alertó a sus superiores.
Una reunión reciente del comité de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) expuso más detalles sobre los fallos en la seguridad de las bases estratégicas. Se descubrió que algunos trabajadores ingresaban con documentos falsificados, otros utilizaban vehículos para entrar clandestinamente, tomaban fotos de artículos clasificados, y utilizaban teléfonos ingresados de forma ilegal.
Además, algunos falsificaban pegatinas de inspección para poder circular sin restricciones y con equipo no autorizado. También se hallaron casos de robo de equipo militar en los contenedores de almacenamiento de la base.
La teniente coronel Adi Berkowitz, encargada de la investigación, afirmó que había encontrado deficiencias graves en la implementación de las políticas de seguridad. Destacó que los incidentes representan una señal de alerta que debe ser atendida con urgencia. Además, aseguró que los responsables deben ser sancionados y disciplinados.
Como consecuencia de estos hechos, las FDI comenzaron a suspender a los proveedores de servicios involucrados en los incidentes.