Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, reconoció el jueves que su grupo terrorista sufrió un “golpe importante y sin precedentes” esta semana cuando miles de sus dispositivos de comunicación explotaron de manera repentina.
Sin embargo, aseguró que la organización con sede en el Líbano logrará recuperarse y que los ataques contra Israel no cesarán, pese a meses de enfrentamientos a lo largo de la frontera.
En un discurso televisado, Nasrallah responsabilizó a Israel por las explosiones que afectaron los bíperes y walkie-talkies el martes y miércoles, describiendo estos hechos como una “masacre sin precedentes”.
“Hemos recibido un golpe militar y de seguridad que no tiene precedentes ni en la historia de la resistencia ni en la del Líbano”, afirmó Nasrallah desde una ubicación no divulgada. En su intervención, filmada frente a un fondo rojo sin detalles, el líder, con su característico turbante negro, expresó que “este tipo de asesinatos y crímenes no tienen comparación en el mundo”.
Nasrallah aseguró que los ataques superaron “todas las líneas rojas”, acusando al enemigo de violar “todas las leyes, controles y morales”. Además, subrayó que dichos ataques “podrían ser considerados crímenes de guerra o incluso una declaración de guerra”.
El primer ataque ocurrió el martes, cuando al menos 12 personas murieron y miles resultaron heridas tras la explosión masiva de los bíperes que usaban miembros de Hezbolá en todo el territorio libanés, en lo que pareció ser un ataque coordinado a gran escala.
El miércoles se produjo una nueva serie de explosiones, esta vez centrada en radios portátiles utilizadas por los miembros de Hezbolá. Las detonaciones dejaron un saldo de al menos 25 muertos y unos 450 heridos, según informaron las autoridades libanesas.
Hezbolá sufre grandes pérdidas, pero Nasrallah minimiza impacto de ataques israelíes
Un informe israelí señaló el miércoles que Jerusalén estima que el número de muertos en los ataques contra Hezbolá es mayor de lo reportado, y que la unidad de élite Radwan fue especialmente afectada. Nasrallah, por su parte, afirmó que el objetivo de los ataques era causar miles de muertes, pero aseguró que “el esfuerzo israelí ha sido en gran medida frustrado”.
El líder de Hezbolá añadió que investigarán cómo ocurrieron las explosiones que dañaron gravemente sus sistemas de comunicación.
Durante su discurso, difundido desde una ubicación no revelada, en las redes sociales circularon videos de aviones de combate israelíes volando a baja altura sobre Beirut y rompiendo la barrera del sonido.
El temor de que los enfrentamientos transfronterizos, que ya llevan once meses, puedan escalar a una guerra abierta ha aumentado tras los atentados de esta semana. Desde el 8 de octubre, las fuerzas lideradas por Hezbolá han lanzado ataques casi diarios contra comunidades y posiciones militares israelíes en apoyo a Gaza, en medio de la guerra que se desarrolla allí.
En respuesta a esta situación, Israel comenzó el miércoles a reforzar su presencia militar en la frontera con el Líbano, según funcionarios israelíes. El jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, llevó a cabo una evaluación de la situación y aprobó planes de batalla para el frente norte el jueves, poco antes del discurso de Nasrallah.
Nasrallah declaró que Hezbolá espera que las tropas israelíes ingresen al sur del Líbano, afirmando que “lo que ellos ven como una amenaza, nosotros lo vemos como una oportunidad”. También aseguró que su grupo está utilizando todos los medios a su alcance para localizar soldados y tanques israelíes, y que esta tarea sería más sencilla “si salen hacia nosotros. Bienvenidos”.
Nasrallah promete venganza tras ataques israelíes y descarta zona de amortiguación
Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, se burló de una propuesta reciente del mayor general Ori Gordin, jefe del Comando Norte de las FDI, sobre crear una zona de amortiguación en el sur del Líbano, calificando al comandante de “imbécil”. En su discurso, Nasrallah aseguró que su grupo no se rendirá y que saldrán más fuertes de esta situación. “Nos estamos preparando para enfrentar ataques aún peores”, añadió.
En cuanto a posibles represalias, el líder de Hezbolá prometió un “castigo justo” contra Israel, pero no dio detalles sobre cuándo, dónde ni cómo sucederá, asegurando que “lo sabréis cuando llegue el momento”.
Nasrallah acusó a Israel de haber intentado matar a 4.000 personas en un minuto durante las explosiones del martes, mencionando que muchos de los afectados eran civiles, aunque las detonaciones aparentemente solo alcanzaron a miembros de Hezbolá. Además, afirmó que Israel intentó repetir el ataque el miércoles, con la intención de matar a 1.000 personas más, para un total de 5.000 víctimas en dos días.
Reconociendo el impacto de los ataques, Nasrallah señaló: “Hemos sufrido un duro golpe. Esto es una guerra, un conflicto. Sabemos que el enemigo, no solo Israel, sino también Estados Unidos y la OTAN, posee superioridad tecnológica”.
El líder chií también recordó que pronto se celebrará el aniversario de la ofensiva de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel, refiriéndose a ella como la “bendita operación de inundación de Al-Aqsa”. Según Nasrallah, Hezbolá ha conseguido “logros impresionantes” en el norte de Israel desde que se unió a la lucha, y afirmó que los ataques israelíes contra sus dispositivos de comunicación se realizaron para encubrir la incapacidad de Israel para avanzar militarmente en esa región, donde se encuentra “envuelto en una guerra de desgaste”.
Finalmente, Nasrallah advirtió a los líderes israelíes, incluyendo al primer ministro Benjamin Netanyahu y al ministro de Defensa, Yoav Gallant, que Hezbolá no detendrá sus ataques mientras continúe la guerra en Gaza.
Nasrallah promete impedir el retorno de israelíes al norte y advierte de venganza
Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, aseguró que su grupo terrorista evitará que Israel alcance su reciente objetivo de guerra: el retorno de los ciudadanos israelíes desplazados a sus hogares en el norte, cerca de la frontera con Líbano.
“El propósito de la resistencia es impedir que el enemigo logre sus metas. Su último objetivo es devolver a los colonos a sus hogares en el norte de la Palestina ocupada. Le digo al gobierno y al ejército israelí, así como al pueblo israelí: no lo conseguirán”, afirmó Nasrallah. También lanzó un mensaje directo al primer ministro israelí: “Netanyahu, hagan lo que hagan, no lo lograrán”.
Nasrallah subrayó que la única solución es detener la agresión contra Gaza, y advirtió que ninguna escalada militar o guerra total devolverá a los israelíes a la zona fronteriza. “Lo saben perfectamente”, sentenció.
Los aliados de Hezbolá en Teherán también han prometido represalias. Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, aseguró a Nasrallah que Israel enfrentará “una respuesta aplastante del eje de la resistencia”. Según medios estatales iraníes, Salami afirmó que los actos terroristas de Israel eran fruto de su desesperación y sus continuos fracasos, prometiendo la eventual destrucción del régimen sionista.
El “eje de la resistencia” hace referencia a los aliados de Irán en la región, incluidos Hamás y Hezbolá, además de los hutíes en Yemen y las Fuerzas de Movilización Popular en Irak.
El embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani, resultó herido en las explosiones del martes, sufriendo lesiones en la mano y el rostro, e incluso perdió un ojo, según los informes.
Hasta ahora, los enfrentamientos en la frontera norte con Líbano han dejado 26 civiles israelíes muertos, junto con 22 soldados y reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). También ha habido varios ataques provenientes de Siria, sin víctimas registradas.
Por parte de Hezbolá, se ha informado que 478 de sus miembros han muerto en los combates, principalmente en Líbano, aunque algunos han caído en Siria. Además, han muerto 79 combatientes de otros grupos terroristas, un soldado libanés y decenas de civiles.