El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, afirmó ante las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que los miembros capturados de Hezbolá, tras ser interrogados, están “aterrorizados” y que el grupo terrorista respaldado por Irán está “colapsando”. Gallant explicó que los prisioneros han revelado detalles sobre la situación interna de Hezbolá y han confesado su temor ante los recientes enfrentamientos, ya que, según ellos, carecen de la fuerza, capacidad de combate, precisión y determinación necesarias para enfrentar los sucesos actuales.
En un discurso dirigido a los soldados de la 98 División de las FDI, Gallant destacó: “Los prisioneros nos cuentan lo que está ocurriendo; están aterrorizados porque saben que no tienen lo que se requiere para enfrentar lo que está ocurriendo. No en términos de fuerza, ni de capacidad combativa, ni de precisión, ni de determinación”.
El ministro añadió que Hezbolá, a pesar de su gran tamaño y reputación, está “derrumbándose”. La semana anterior, las Fuerzas de Defensa de Israel habían divulgado imágenes en las que se mostraba a un supuesto miembro de las fuerzas de élite Radwan de Hezbolá siendo interrogado sobre los planes del grupo en el sur del Líbano y el estado de sus operaciones.
Gallant también describió el cambio en la estrategia militar de Israel, mencionando que el enfoque había pasado de derrotar al enemigo aldea por aldea a una fase de destrucción más amplia: “Estamos pasando de una situación de derrotar al enemigo aldea por aldea a la destrucción: volar túneles, destruir depósitos de municiones y desmantelar a Hezbolá”, declaró ante las tropas israelíes.
Finalmente, Gallant resaltó el logro de las FDI al posicionarse estratégicamente en lugares donde Hezbolá había planificado atacar a ciudades fronterizas israelíes: “El resultado es que en cada lugar donde Hezbolá estaba esperando y preparándose para atacar una ciudad fronteriza israelí, hay soldados de las FDI”.
El objetivo final, según explicó Gallant, es garantizar que la región sea completamente despejada de la presencia de Hezbolá para permitir que los civiles desplazados regresen a sus hogares. Este objetivo se alinea con la reciente estrategia de Israel de devolver a decenas de miles de residentes del norte que fueron desplazados tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, cuando Hezbolá intensificó sus ataques en el norte de Israel.