En un reciente desarrollo, el ejército de Israel ha anunciado la destitución de dos oficiales de alto rango, así como la censura formal de varios altos comandantes, esto en relación con un ataque mortal efectuado con drones contra un equipo de la organización World Central Kitchen en el centro de la Franja de Gaza.
Este incidente tuvo lugar a inicios de esta semana. La indagación del suceso, que ocurrió en torno a la medianoche entre el lunes y el martes, fue realizada por el Mecanismo de Evaluación de Hechos del Estado Mayor.
Este organismo militar independiente se encarga de investigar los incidentes inusuales que ocurren durante la guerra. La conclusión de la investigación reveló que el ataque se ordenó contra un convoy de vehículos de WCK bajo la sospecha de que transportaban a hombres armados de Hamás.
Esta decisión se tomó a pesar de que había un bajo nivel de confianza en la información. Además, se determinó que los oficiales no lograron identificar los vehículos como parte de WCK antes de ordenar el ataque.
Los resultados de esta investigación fueron presentados al Jefe del Estado Mayor de las FDI, teniente general Herzi Halevi, por el líder del mecanismo, el Mayor general (res.) Yoav Har-Even. También se informó al propio WCK y a los embajadores de los países de los ciudadanos que perdieron la vida en el ataque.
Halevi ordenó la destitución inmediata del coronel Nochi Mendel, quien fungía como jefe de personal de la Brigada de Infantería de Nahal en medio de la guerra, y del oficial encargado de la coordinación de potencia de fuego de la misma brigada, quien ostentaba el rango de mayor.
Esto fue consecuencia directa de su implicación en la decisión de llevar a cabo el ataque. Además, el teniente general Herzi Halevi emitió una reprimenda formal al comandante del Comando Sur, el Mayor general Yaron Finkelman, atribuyéndole “responsabilidad general en el incidente”.
Las reprimendas se extendieron también al comandante de la 162ª División, general de Brigada Itzik Cohen, y al coronel Yair Zukerman, comandante de la Brigada Nahal. La investigación detalló que las fuerzas de las FDI identificaron a un hombre armado sobre uno de los camiones de WCK en un almacén, donde se descargaba ayuda previamente enviada por mar.
Existía la creencia de que un segundo individuo armado se encontraba en las proximidades. Posteriormente, varios vehículos partieron del almacén de ayuda, llevando a uno de los comandantes a concluir erróneamente que los individuos armados avistados anteriormente se encontraban entre ellos y que estos eran terroristas de Hamás, según los hallazgos de la investigación realizada por las FDI.
Las FDI reconocieron que las tropas no identificaron los vehículos de escolta como asociados con World Central Kitchen (WCK). Bajo la creencia errónea de que transportaban a hombres armados de Hamás, se ordenaron ataques aéreos contra tres de los vehículos, resultando en la trágica muerte de siete trabajadores de WCK.
“El ataque contra los tres vehículos se realizó en grave violación de las órdenes e instrucciones pertinentes”, comunicó el ejército israelí, subrayando la seriedad de la infracción a sus propios protocolos. Además, las FDI indicaron que los resultados de la investigación sugerían que el lamentable incidente “podría haberse evitado”.
A pesar de esto, aquellos que autorizaron el ataque estaban convencidos de que su objetivo eran operativos armados de Hamás, no miembros de WCK. “El ataque a los vehículos de ayuda representa un grave error, derivado de una identificación incorrecta, un fallo en la toma de decisiones y un ataque que contraviene las órdenes y regulaciones sobre el uso de fuego”, expresó el ejército.
Este incidente, que se saldó con la pérdida de vidas de “siete trabajadores humanitarios inocentes”, ha sido catalogado por las FDI como un asunto de grave importancia, reflejando la trágica consecuencia de errores críticos en la identificación y toma de decisiones dentro del contexto de la guerra.
El ejército israelí expresó su “profundo pesar por la pérdida” y compartió “el dolor de las familias y de la organización World Central Kitchen (WCK)”, subrayando la importancia crítica de la “actividad humanitaria vital de las organizaciones de ayuda internacional”.
El comunicado enfatiza la intención del ejército de “continuar trabajando para coordinar y ayudar a sus actividades, garantizando su seguridad y salvaguardando sus vidas”, destacando el compromiso con la protección de los trabajadores humanitarios.
Además, las FDI reafirmaron su “compromiso con la lucha intransigente contra la organización Hamás”, manteniendo al mismo tiempo “los valores de las FDI, las leyes de la guerra y la prevención de daño a inocentes”. El ejército asegura que “aprenderá las lecciones del incidente y las implementará”, buscando prevenir futuras tragedias.
Como medida concreta tras la investigación, las FDI han decidido implementar el uso de pegatinas especiales en los vehículos de ayuda, que serán visibles para las cámaras térmicas. Este cambio se debe a que, aunque el vehículo de WCK portaba una calcomanía con el logotipo de la organización, esta no era visible para los drones de las FDI durante la noche, lo que contribuyó al trágico error.