En una evaluación meticulosa de los daños sufridos por Hamás tras más de cien días de enfrentamientos con Israel, emergen detalles fundamentales. Se observa que, en términos positivos para Israel, entre el 48% y el 60% de las fuerzas de Hamás han sido neutralizadas – ya sea por muerte, heridas o detención.
Sin embargo, en una nota menos positiva para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se ha observado una disminución notable en la eficacia de sus operaciones. Durante las primeras tres semanas de la invasión en el norte de Gaza, las FDI eliminaron aproximadamente a 3.500 terroristas, mientras que en las seis semanas subsiguientes, la cifra descendió a 2.000, señalando un marcado declive en la desarticulación de las fuerzas de Hamás.
Las FDI estiman que han eliminado a 9.000 miembros de Hamás, incapacitado a cerca de 8.000 hasta el punto de no poder reincorporarse al combate (sin contar los numerosos heridos de menor gravedad), y detenido a otros 2.300. Esto significa que un total de 19.300 combatientes de Hamás han sido efectivamente apartados del campo de batalla.
Este dato contrasta con un informe de The Wall Street Journal, el cual, basándose en estimaciones de funcionarios estadounidenses, sugería que las FDI solo habían neutralizado entre el 20% y el 30% de las fuerzas de Hamás. Sin embargo, este informe pareció omitir la suma total de las bajas en Hamás.
Un aspecto crucial es determinar cuántos combatientes de Hamás quedan listos para luchar. Las cifras proporcionadas por las FDI han variado: antes de la guerra, se estimaba que las fuerzas de Hamás sumaban unos 40.000 hombres. Posteriormente, Las FDI ajustaron esta cifra a 30.000, aunque algunos oficiales mantuvieron la cifra original de 40.000. Esta discrepancia puede atribuirse a inteligencia imperfecta o a dificultades para diferenciar entre combatientes y personal de apoyo logístico de Hamás.
Respecto a la Yihad Islámica, estimaciones previas a los combates de mayo de 2023 indicaban aproximadamente 10.000 efectivos, aunque fuentes de las FDI sugieren una reducción en estos números previo a la guerra actual.
Los altos cargos de defensa enfrentan desafíos en la identificación precisa de los combatientes tanto de Hamás como de la Yihad Islámica, especialmente dado su historial de colaboración en enfrentamientos contra Israel desde el 7 de octubre.
Descenso significativo en las bajas de combatientes de Hamás
Durante la primera semana de la guerra, las FDI abatieron a 1.500 miembros de Hamás en un intento de expulsarlos del sur de Israel. Hasta el 27 de octubre, Gaza sufrió bombardeos, pero no una invasión terrestre, lo que resultó en un número indeterminado de bajas de Hamás, aunque algunos líderes de alto rango fueron eliminados desde el aire.
Entre el 27 de octubre y el 15 de noviembre, las FDI alcanzaron su mayor eficacia, eliminando a 3.500 combatientes de Hamás en 20 días, elevando el total a 5.000 bajas. Estos combates incluyeron enfrentamientos terrestres en puntos estratégicos como el cuartel general militar de Hamás, su parlamento, y áreas cercanas a su centro de mando en el Hospital Shifa.
Inicialmente, Hamás subestimó la resolución de las Fuerzas de Defensa de Israel respecto a una incursión a gran escala, optando por enfrentamientos directos en grandes agrupaciones con el objetivo de infligir daños significativos a las FDI y potencialmente detener la incursión. Sin embargo, entre el 15 y el 23 de noviembre, las partes emprendieron negociaciones intensas sobre rehenes y un alto el fuego temporal, que cesó los enfrentamientos desde el 23 hasta el 30 de noviembre.
Posteriormente, las FDI experimentaron una fase de éxito notable del 1 al 10 de diciembre, eliminando aproximadamente a 1.000 miembros de Hamás en combates concentrados en Jan Yunis (sur de Gaza), Shejaiya (norte de Gaza) y el centro de Gaza. Para el 10 de diciembre, el número de bajas de Hamás ascendía a 7.000.
A medida que Hamás se replegaba a posiciones subterráneas, las FDI enfrentaron una ralentización en sus avances. Les llevó 14 días, hasta el 24 de diciembre, eliminar a otros 1.000 combatientes de Hamás, elevando la cifra a 8.000 bajas. Desde esa fecha hasta ahora, las FDI han abatido a unos 1.000 combatientes más, alcanzando un total de 9.000 bajas en Hamás.
El dilema actual radica en determinar si las dificultades de las FDI para localizar a las fuerzas de Hamás se deben a la extensa red de túneles, a un número menor de combatientes de lo esperado, o a la posible integración de los combatientes de Hamás entre la población civil, aguardando una oportunidad para atacar de nuevo.
Interrogantes sobre la resistencia de Hamás y el uso de rehenes en la guerra
Más allá de las especulaciones tácticas, surge la interrogante crucial: ¿cuándo se quebrará Hamás ante las pérdidas sufridas? La situación se complica debido a la presencia de rehenes israelíes, lo que confiere a esta guerra una dinámica única en comparación con otras históricamente similares.
Además de neutralizar a las fuerzas de Hamás en el campo de batalla, las FDI han eliminado a 19 de sus 24 comandantes de batallón. Sin embargo, tres de los cinco comandantes de brigada de Hamás permanecen libres, y su liderazgo superior sigue activo, utilizando rehenes como escudos humanos.
Si la cúpula de Hamás se considera inmune a los ataques israelíes protegiéndose con rehenes, y si la pérdida de combatientes o territorio no les afecta significativamente, y si no están particularmente interesados en enfrentamientos activos en el momento actual, entonces el problema principal no radica en los números, sino en la percepción.
Eventualmente, las FDI tendrán que persuadir a la cúpula de Hamás de que no solo están diezmando sus fuerzas, sino que el tiempo no juega a su favor. Las posibilidades de supervivencia de Hamás aumentan si optan por negociar la liberación de los rehenes en lugar de esperar una retirada israelí.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han logrado neutralizar entre el 48% y el 60% de las fuerzas de Hamás. Esto incluye a los miembros de Hamás que han sido eliminados, heridos o detenidos, lo que representa una reducción significativa de sus capacidades operativas en el campo de batalla.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han experimentado una disminución notable en la eficacia de sus operaciones. Inicialmente, en las primeras tres semanas, eliminaron aproximadamente a 3.500 terroristas, pero en las seis semanas siguientes, la cifra descendió a 2.000, indicando un declive en la efectividad de sus acciones contra Hamás.
Tras los enfrentamientos, las estimaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel indican que las fuerzas de Hamás se han reducido significativamente. Antes de la guerra, Hamás contaba con unos 40.000 combatientes, pero las cifras actuales sugieren un número considerablemente menor, aunque existe cierta discrepancia en las estimaciones exactas.
El pico de eficacia de las Fuerzas de Defensa de Israel en esta guerra se alcanzó entre el 27 de octubre y el 15 de noviembre, cuando lograron eliminar a 3.500 combatientes de Hamás en 20 días. Este período marcó el momento de mayor éxito en su ofensiva contra Hamás.
Inicialmente, Hamás subestimó la resolución de las Fuerzas de Defensa de Israel, optando por enfrentamientos directos en grandes agrupaciones. Sin embargo, con el tiempo, comenzaron a replegarse a posiciones subterráneas, lo que ralentizó los avances de las FDI. Esta adaptación táctica ha sido una respuesta a la intensa presión militar de Israel.