Las FDI han informado de que han atacado unos 4.500 objetivos de Hezbolá, principalmente en Líbano, pero también en Siria, desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza el 7 de octubre.
Las operaciones se han saldado con la muerte de más de 300 agentes de Hezbolá, entre ellos cinco altos mandos, y otros 750 han resultado heridos.
El Mando Norte de las FDI ha dirigido una intensa campaña que ha incluido ataques aéreos contra más de 1.200 objetivos y acciones terrestres contra otros 3.100 objetivos, empleando artillería y tanques.
Los ataques han tenido como objetivo depósitos de armas, edificios de operaciones, puestos de observación a lo largo de la frontera, centros de mando, posiciones de lanzamiento de cohetes y escuadrones de misiles antitanque, entre otros.
Destacan los ataques contra más de 450 emplazamientos de la fuerza de élite Radwan de Hezbolá, que se cree que tenía la misión de infiltrarse en Israel. Además, las FDI destacan que parte de estos objetivos se encontraban en Siria.
Las FDI subrayan que sus ataques intensivos tienen como objetivo debilitar las capacidades aéreas y terrestres de Hezbolá, afectando también a su liderazgo. El ejército israelí ha centrado importantes esfuerzos en el sur del Líbano, intentando expulsar de esta región a las fuerzas de Hezbolá y sus sistemas.
Recientemente, la intensificación de los ataques en la región de Baalbek, en el noreste de Líbano, ha marcado un punto de énfasis en la estrategia contra Hezbolá.
Las FDI también expresan su conciencia de las dificultades a las que se enfrentan los residentes del norte de Israel, desplazados por los constantes ataques de Hezbolá, y manifiestan su agradecimiento por su resistencia, comprometiéndose a continuar las operaciones para restablecer la seguridad en la zona.