Israel ha intensificado su inversión en el desarrollo de armamento submarino con el objetivo de contrarrestar la creciente amenaza iraní, según informa Zona Militar (ZM).
Los avances incluyen sistemas que ya están en operación, otros en fase de pruebas, y destacadamente, el submarino no tripulado BlueWhale desarrollado por Israel Aerospace Industries (IAI) y su división Elta.
Poco antes del ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, IAI y la empresa alemana Atlas Electronik presentaron el BlueWhale en el ejercicio anual REPMUS (Robotic Experimentation and Prototyping using Maritime Uncrewed Systems), organizado por la Marina portuguesa y la OTAN.
Este evento, que contó con la asistencia de 200 representantes de instituciones académicas, empresas de defensa y fuerzas militares de treinta países, destacó la colaboración entre Israel y Alemania para mejorar la recopilación de información mediante un mástil telescópico que permite instalar sistemas de radar y electroópticos.
El mástil también está equipado con antenas de comunicaciones por satélite que transmiten información en tiempo real a posiciones de mando, independientemente de su ubicación en el mundo.
Además, los sistemas de sonar ubicados a lo largo del submarino permiten la detección de submarinos y la recopilación de información acústica. Según el instituto de investigación VMR, se espera que el mercado de submarinos militares no tripulados crezca de 3.400 millones de dólares en 2021 a 8.000 millones de dólares en 2030.
El BlueWhale ha sido diseñado como una herramienta clave para enfrentar a Irán, que está ampliando sus capacidades navales.
Irán opera dos fuerzas navales: la Armada de la República Islámica de Irán y la Armada del Ejército de los Guardianes de la Revolución Islámica, con responsabilidades en el Mar Caspio, el Golfo de Omán, el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz. Ambas fuerzas tienen el objetivo de promover los intereses del régimen iraní.
El gobierno iraní financia los salarios de 18.000 militares de la Armada iraní y 20.000 de la Guardia Revolucionaria. Además, a finales de 2023, la Guardia Revolucionaria creó la Basij naval, una fuerza auxiliar que, según el gobierno iraní, contará con 55.000 voluntarios, con la intención de expandir aún más sus capacidades marítimas.