El sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Shin Bet ejecutaron un asalto aéreo en Rafah, ciudad del sur de Gaza, que se saldó con la muerte de un alto cargo de Hamás y de otros dos miembros del grupo.
El principal objetivo de esta operación era Ahmed Al-Yaaqoubi, reconocido por su papel fundamental en la protección de altos dirigentes de Hamás y por su cargo de oficial de alto nivel en la policía secreta del distrito de Rafah.
Junto a él, Iman Rantisi, figura profundamente implicada en el ejército de Hamás y personalidad destacada dentro del departamento de investigaciones de seguridad general de la organización terrorista, también fue neutralizado, junto con otro agente de la policía secreta del distrito de Rafah.
Las FDI hicieron públicas pruebas visuales del ataque a un vehículo en Rafah, lo que pone de relieve la precisión de la operación. Este ataque se produce en un momento crítico, ya que las FDI están planeando una posible incursión terrestre en Rafah, donde actualmente se refugian más de un millón de gazatíes desplazados.
La acción militar prevista ha suscitado preocupación en Egipto por la posible afluencia de gazatíes en busca de refugio, lo que pondría en peligro la larga colaboración en materia de paz y seguridad entre Israel y Egipto.
בהכוונה מודיעינית של שב״כ ואמ״ן, כלי-טיס של חיל-האוויר חיסלו מוקדם יותר היום במרחב רפיח, את אחמד אליעקובי, פעיל חמאס אשר היה אחראי על סידורי האבטחה של בכירי חמאס ושימש כמנהל בכיר בבולשת של מחוז רפיח. pic.twitter.com/BC9hskC0fR
— Israeli Air Force (@IAFsite) February 10, 2024
En respuesta a estos acontecimientos, Egipto advirtió a Israel contra cualquier acción que pudiera provocar el desplazamiento masivo de gazatíes hacia sus fronteras, sugiriendo que tal escenario podría poner en peligro el antiguo tratado de paz entre ambos países.
La perspectiva de ampliar la operación terrestre a Rafah provocó advertencias de funcionarios egipcios a Israel, según informó The Wall Street Journal, indicando la posible suspensión del tratado de paz entre las naciones. Además, las reacciones internacionales han incluido llamadas de Arabia Saudí, los EAU y Jordania instando a Israel a reconsiderar sus planes de ampliar la operación terrestre a Rafah.
Al mismo tiempo, Las FDI mantienen su ofensiva en Jan Yunis, otra ciudad del sur de Gaza. Durante una visita a la ciudad, el jefe de Estado Mayor de Las FDI, Teniente General Herzi Halevi, y el director del Shin Bet, Ronen Bar, comunicaron sus puntos de vista sobre el conflicto en curso.
Halevi destacó la importancia de las operaciones en Jan Yunis, que describió como un éxito considerable, aunque incompleto. Bar destacó el impacto estratégico de las operaciones de las FDI sobre las redes de inteligencia y comunicación de Hamás, lo que sugería un revés del que la recuperación sería difícil para Hamás.
Una revelación notable de las FDI fue el descubrimiento de un sofisticado centro de datos de Hamás situado bajo la sede en Gaza del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
Esta instalación, equipada con fines de inteligencia y comunicación, estaba estratégicamente situada bajo un complejo de la UNRWA y una escuela adyacente en el barrio de Rimal de la ciudad de Gaza, aprovechando el estatus protegido de las instalaciones de la ONU para protegerla de posibles ataques israelíes.
A raíz de esta revelación, el jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, negó cualquier conocimiento previo de la base de datos, haciendo hincapié en que la UNRWA se centra en misiones humanitarias y de desarrollo sin capacidad para inspecciones militares de sus instalaciones.
La UNWRA ha sido objeto de un creciente escrutinio y han aumentado los llamamientos a su disolución tras los hallazgos de Israel el mes pasado, que acusaron a 12 miembros del personal de participar en la masacre del 7 de octubre perpetrada por terroristas dirigidos por Hamás, que asesinaron a 1.200 personas y tomaron a 253 rehenes.
Tras el ataque, Israel lanzó una guerra contra Hamás. El Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, declaró el sábado que el número de muertos palestinos en la Franja desde el comienzo de la guerra ha alcanzado la cifra de 28.064 personas.
Aquellas cifras no pueden verificarse de forma independiente, y se cree que incluyen tanto a civiles como a miembros de Hamás muertos en Gaza, incluso como consecuencia de los disparos de miles de cohetes de los propios grupos terroristas.
Las FDI afirman que han matado a más de 10.000 agentes terroristas en Gaza, además de a unos 1.000 terroristas dentro de Israel el 7 de octubre.