El grupo terrorista Hezbolá se atribuye un mortal ataque con misiles antitanque en la comunidad fronteriza de Kfar Yuval.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), contralmirante Daniel Hagari, ha asegurado que el ejército continuará respondiendo al reciente ataque con misiles antitanque en Kfar Yuval, donde murieron un miembro del equipo de seguridad local y su madre en su propia residencia.
Hagari enfatizó que el costo de este acto no se limitará únicamente a esta noche, sino que tendrá repercusiones en el futuro.
Barak Ayalon, de 45 años, y su madre Miri Ayalon, de 76, murieron cuando un misil antitanque disparado por Hezbolá impactó en su hogar en la comunidad fronteriza. Este ataque fue reivindicado por el grupo terrorista Hezbolá.
El domingo, un hombre y su anciana madre murieron como resultado de un ataque con misiles transfronterizo dirigido contra una comunidad del norte de Israel. Este trágico incidente ocurrió en medio de un aumento en la intensidad de los combates con Hezbolá, lo que pone en duda los esfuerzos de Estados Unidos por alcanzar un avance diplomático que restaure la calma en la región.
El ataque con misiles antitanque en Kfar Yuval tuvo lugar horas después de que tres individuos armados provenientes del Líbano murieran en un enfrentamiento con las fuerzas israelíes después de infiltrarse en el norte de Israel bajo el amparo de la niebla matutina. Mientras tanto, los disparos de cohetes de Hezbolá y los ataques aéreos de las FDI resonaban en la región fronteriza, acercando la zona a un conflicto más amplio.
Las víctimas, Barak Ayalon y su madre Miri Ayalon, murieron como resultado del impacto del misil antitanque en su vivienda. Barak Ayalon fue declarado muerto en el lugar por los médicos de Magen David Adom, mientras que Miri Ayalon lamentablemente murió poco después de ser trasladada de urgencia a un hospital en estado grave.
Un hombre de 74 años, identificado en los medios como el padre de Barak Ayalon, fue tratado por ansiedad aguda, según informó la MDA.
Estos asesinatos representan los primeros incidentes mortales que involucran a civiles israelíes en la frontera norte desde el 13 de noviembre, cuando un misil antitanque disparado por Hezbolá asesinó a Shalom Aboudi, un electricista de 56 años que estaba reparando líneas eléctricas dañadas en otro ataque. Además, dos soldados, el sargento Amit Hod Ziv y el sargento Daniel Nachmani, murieron en ataques separados a finales de diciembre.