El Partido Laborista ha prometido suspender al menos algunas ventas de armas a Israel si gana las elecciones generales del mes que viene en el Reino Unido.
El compromiso fue incluido en una sección sobre derechos humanos en el programa electoral del partido, que se publicó el jueves.
Los laboristas “suspenderán inmediatamente la venta de armas a Arabia Saudita para su uso en Yemen y a Israel para armas utilizadas en violación de los derechos humanos de los civiles palestinos”, dice el manifiesto. No estaba claro de inmediato a qué armas afectaría esta promesa.
El partido también prometió reconocer “inmediatamente” a un Estado palestino si forma un gobierno después de la votación del 12 de diciembre y dijo que apoya una solución de dos Estados que vería “un Israel seguro junto con un Estado palestino seguro y viable”.
El Partido Laborista ha pedido que se detenga la venta de armas a Israel en sus conferencias anuales y el líder del partido Jeremy Corbyn ha prometido previamente reconocer rápidamente un Estado palestino si se convierte en el primer ministro británico.
El manifiesto fue visto como un documento de izquierda que prometía una agenda radical para el cambio social, incluyendo la nacionalización de industrias clave y un controvertido segundo referéndum sobre Brexit.
Corbyn lo llamó “el plan más radical y ambicioso para transformar nuestro país en décadas” y una “oportunidad única de un cambio real”.
Entre las principales promesas figuraban la nacionalización de las redes ferroviarias, de agua, de energía y de banda ancha, además de las enormes inversiones en servicios públicos, las reformas empresariales y la introducción de una jornada laboral semanal de 32 horas.
Una encuesta publicada a principios de esta semana por la encuestadora YouGov tenía un apoyo al Partido Laborista del 30 por ciento, por detrás del Partido Conservador en el poder con un 42%.
Corbyn, un mendigo de extrema izquierda hasta que se convirtió en jefe del Partido Laborista en 2015, ha sido durante mucho tiempo un duro crítico de Israel. Llamó a los grupos terroristas de Hamás y Hezbolá “amigos” cuando invitó a sus miembros a una reunión parlamentaria en 2009 y una vez asistió a una ceremonia que honró a los terroristas palestinos que estuvieron detrás de la masacre de los Juegos Olímpicos de Munich en 1972.
También ha sido perseguido por acusaciones de permitir que el antisemitismo se extienda sin control dentro del partido.
Corbyn ha rechazado las acusaciones de antisemitismo y a principios de este mes dijo que los judíos británicos no tienen nada que temer si su partido gana las próximas elecciones, en medio de informes de que muchos miembros de la comunidad judía considerarían abandonar el país si llega al poder.
Según una encuesta reciente, solo el 7% de los judíos británicos dijeron que incluso considerarían apoyar al partido de Corbyn.
El pasado mes de septiembre se informó de que casi el 40% de los judíos británicos “considerarían seriamente la posibilidad de emigrar” si Corbyn se convertía en primer ministro.