El gobierno alemán volvió a autorizar las entregas de armas al gobierno turco-islámico del presidente Recep Tayyip Erdogan después de la invasión turca del norte de Siria, según los informes de los medios de comunicación alemanes del viernes.
El Ministerio de Economía de Alemania le dijo al diputado Sevim Dagdelen que las exportaciones de armamento estaban permitidas después de que Turquía invadiera Siria en octubre. El valor de las exportaciones es de 3,9 millones de euros. Dagdelen dijo que la autorización de armas a Turquía es “completamente irresponsable”, y exigió una prohibición total de las ventas militares a Ankara.
El Partido Verde alemán también instó a prohibir las armas para Turquía.
La exportación de armas se permitió tras la sexta semana de la operación militar de Turquía para expulsar a los kurdos sirios. Erdogan afirma que los kurdos sirios a lo largo de su frontera son una amenaza existencial para su seguridad porque están alineados con el PKK, una organización militante turca que busca un estado kurdo independiente.
Se dio luz verde a cuatro envíos de bienes militares a Turquía. Sin embargo, los cargamentos no incluían armas de guerra, según el Ministerio de Economía.
En una declaración obtenida por la Agencia de Prensa Alemana (DPA), el Ministerio de Economía dijo que los “armamentos aprobados no pueden entrar en acción en Siria”.
No está claro qué tipo de mercancía militar estaba permitida. Sin embargo, se mencionaron las siguientes categorías de armamentos: Sector naval: 2,69 millones de euros, 400.000 euros en artículos electrónicos para uso militar y 2556 euros en pistolas o armas pequeñas.
Alemania inicialmente suspendió la mayoría de las entregas de armas a Turquía, país miembro de la OTAN, tras su entrada en Siria para combatir a la fuerza kurda de YPG que ayudó a expulsar al Estado Islámico de la región.
En octubre, la Canciller alemana Angela Merkel calificó la invasión de Turquía de “drama humanitario con grandes consecuencias geopolíticas”, añadiendo que “el gobierno federal alemán, en las condiciones actuales, no entregará armas a Turquía”.
En la historia de Alemania hay bienes militares que no están diseñados para llegar a los conflictos contra los civiles sirios, sino que terminan en el teatro de guerra sirio. En 2018, la empresa alemana Krempel Groupvendió material a empresas iraníes en Teherán. El material de Krempel se encontró en los restos de cohetes químicos producidos por Irán que gasearon a civiles sirios en enero y febrero del mismo año. El Gobierno alemán no se opuso a la venta de material de Krempel.