El número de ataques con armas de fuego o vandalismo contra la infraestructura de la red eléctrica estadounidense se disparó el año pasado y es probable que siga aumentando también este año, según ha revelado un análisis confidencial visto por The Wall Street Journal.
El año pasado, el número de ataques físicos -incluida la intrusión, el vandalismo y los disparos- aumentó un 71% con respecto a 2021, según el Centro de Análisis e Intercambio de Información Eléctrica, o E-ISAC, una división de la Corporación Norteamericana de Fiabilidad Eléctrica (NERC).
El número de ataques a la infraestructura de la red eléctrica se disparó el año pasado debido a una serie de ataques físicos agrupados en el sudeste, el medio oeste y el noroeste del Pacífico, según el informe visto por el Journal.
Manny Cancel, director ejecutivo de la división que ha compilado el informe, declaró al WSJ: “Parece haber un patrón en el que la gente tiene como objetivo infraestructuras críticas, probablemente con la intención de interrumpirlas”.
Desde 2020 y las elecciones presidenciales de ese año, la división E-ISAC ha visto un aumento en el número de ataques físicos contra la infraestructura de la red eléctrica de Estados Unidos, dijo Cancel, pero se negó a discutir el informe confidencial.
En uno de los ataques más notorios y recientes, una red eléctrica de Carolina del Norte fue objeto de vandalismo en diciembre, dejando sin electricidad a unas 45.000 personas del condado de Moore después de que dos subestaciones de Duke Energy fueran atacadas a tiros. El sheriff del condado de Moore, Ronnie Fields, declaró que alguien se detuvo y “abrió fuego contra la subestación, lo mismo que con la otra”, sin que esté claro el motivo de los ataques.
El año pasado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advirtió de que los terroristas nacionales habían desarrollado “planes creíbles y específicos” para atacar la red eléctrica estadounidense y la consideraban un “objetivo especialmente atractivo dada su interdependencia con otros sectores de infraestructuras”.
A principios de este mes, las autoridades federales detuvieron e imputaron a un hombre neonazi y a una mujer de Maryland por conspirar para atacar subestaciones eléctricas del área de Baltimore. Brandon Clint Russell, de 27 años, y Sarah Beth Clendaniel, de 34, conspiraron para atacar las subestaciones e interrumpir el suministro eléctrico en algunas zonas de la ciudad, en lo que, según los fiscales, pretendía ser “la promoción de las creencias extremistas de Russell, motivadas por razones raciales o étnicas”.