China dijo el lunes que impondría sanciones a Lockheed Martin, una división de defensa de Boeing y otras empresas estadounidenses involucradas en la venta de armas a Taiwán, la isla autónoma que Beijing considera su territorio.
Los dos gigantes de EE.UU. estuvieron involucrados en una reciente venta de casi 2 mil millones de dólares de misiles a Taiwán, junto con Raytheon, y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Zhao Lijian instó a los EE.UU. a detener las ventas de armas a la isla.
El estatus de Taiwán encierra un potencial de conflicto entre los Estados Unidos y China, durante una lucha más amplia por la tecnología, la seguridad y la supremacía comercial.
Beijing dice que Taiwán es una parte inviolable de China que debe ser reclamada, por la fuerza si es necesario.
Zhao dijo que las sanciones eran “para salvaguardar los intereses nacionales” y se aplicarían a quienes se han “comportado mal en el proceso de venta de armas a Taiwán”.
“Seguiremos adoptando las medidas necesarias para salvaguardar la soberanía nacional y los intereses de seguridad”, dijo Zhao, sin dar más detalles sobre las sanciones.
Bajo la administración del Presidente Donald Trump, los Estados Unidos han puesto a Taiwán en juego como parte de una mayor presión diplomática y económica sobre su rival, enviando delegados de alto nivel e impulsando las ventas de armas.
El Departamento de Estado dijo la semana pasada que había aprobado la venta de 135 misiles aire-tierra, en una medida que fue bien recibida por Taiwán.
También se aprobó la venta de seis cápsulas de reconocimiento aéreo MS-110 y 11 lanzadores de cohetes ligeros móviles M142, con lo que el valor de los tres paquetes de armas asciende a 1.800 millones de dólares.
Amenazas futuras
Beijing ha intensificado la presión diplomática y militar sobre Taiwán desde la elección en 2016 del presidente Tsai Ing-wen, que considera a la isla como una nación soberana de facto y no parte de “Una sola China”.
Un comunicado del Departamento de Estado de EE.UU. la semana pasada dijo que los misiles SLAM-ER ayudarían a Taiwán a “hacer frente a las amenazas actuales y futuras”.
Los misiles proporcionan “todo tipo de clima, día y noche, capacidades de ataque de precisión contra objetivos tanto móviles como estacionarios” en tierra o en el océano, añadió la declaración.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que las armas le ayudarían a “crear capacidades de combate creíbles y fortalecer el desarrollo de la guerra asimétrica”.
Los aviones de combate y los bombarderos chinos han entrado en la zona de defensa aérea de Taiwán con una frecuencia cada vez mayor en los últimos meses, mientras que en las películas de propaganda se han mostrado ataques simulados en territorios similares a los de Taiwán.
China también ha lanzado una ofensiva diplomática destinada a cortejar a los pocos aliados oficiales de Taiwán, persuadiendo a las Islas Salomón y a Kiribati de que cambien de bando el año pasado.
A principios de este mes un alto funcionario de la Casa Blanca instó a Taiwán a construir sus capacidades militares para protegerse contra una posible invasión de China.
Beijing, a su vez, ha acusado a Washington de violar los acuerdos firmados en la década de 1970 que establecen relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos.