Corea del Norte no ha respondido a las gestiones diplomáticas realizadas entre bastidores desde mediados de febrero por la administración del presidente Joe Biden, incluida la misión de Pyongyang ante las Naciones Unidas, según declaró el sábado a Reuters un alto funcionario de la administración Biden.
El alto funcionario de la administración Biden, que habló bajo condición de anonimato, ofreció pocos detalles sobre el impulso diplomático, pero dijo que había habido esfuerzos para llegar al gobierno de Corea del Norte “a través de varios canales a partir de mediados de febrero, incluyendo en Nueva York.”
“Hasta la fecha, no hemos recibido ninguna respuesta de Pyongyang”, dijo el funcionario a Reuters.
La misión de Corea del Norte ante las Naciones Unidas no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentó llegar a un acuerdo con Corea del Norte mientras estaba en el cargo. Kim y Trump se reunieron en Hanói en 2019 para una cumbre que dejó las conversaciones nucleares en un punto muerto.
Ambos se habían reunido en tres ocasiones desde junio de 2018, pero apenas avanzaron hacia la desnuclearización.
Desde que esas conversaciones se rompieron, Corea del Norte ha realizado varias pruebas de misiles balísticos.
El gobierno de Biden ha sido hasta ahora cauteloso a la hora de describir públicamente su enfoque hacia Corea del Norte, diciendo que está llevando a cabo una revisión integral de la política tras el compromiso sin precedentes de Trump con Kim.
Poco antes de que Biden tomara posesión de su cargo, el Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, en el poder, celebró su primer congreso en cinco años. Durante el congreso, Kim fue nombrado “secretario general” del partido.
En las declaraciones que hizo al inicio de la reunión, Kim amenazó con ampliar su arsenal nuclear y afirmó que el destino de las relaciones con Estados Unidos depende de que éste abandone su “política hostil”.
Más tarde, Corea del Norte mostró lo que parecía ser un nuevo misil balístico lanzado desde un submarino (SLBM) en un desfile.
El funcionario estadounidense que habló con Reuters se negó a especular sobre el impacto que el silencio de Pyongyang tendría en la revisión de la política de la administración Biden sobre Corea del Norte, que se espera que esté terminada en las próximas semanas.