Según un nuevo estudio académico, el COVID-19 habrá infectado a unos 103 millones de estadounidenses, lo que supone casi un tercio (31%) de la población total de EE.UU., a finales de 2020.
Realizado por científicos de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y publicado en la revista académica Nature, es el primer estudio que intenta determinar la carga global del virus en EE.UU. en 2020.
Para este estudio, los científicos utilizaron un modelo para simular la transmisión del virus chino entre los 3.142 condados estadounidenses y dentro de ellos.
Con este modelo, descubrieron que la extensión de las infecciones variaba en todo el país. Por ejemplo, se cree que más del 60% de la población del valle del Misisipi y del Alto Medio Oeste ha contraído el COVID-19. Por el contrario, se cree que el 52% de los residentes de Los Ángeles se han infectado, junto con el 48% de Chicago, el 44% de Nueva York, el 42% de Miami y solo el 27% de Phoenix.
El estudio también observó variaciones en el momento en que los casos alcanzaron su punto máximo, observándose tendencias estacionales en las distintas ciudades.
Al final del año, se creía que uno de cada 130 estadounidenses había sido contagiado.
Pero lo más destacable es que el estudio permite vislumbrar el futuro, concretamente la búsqueda de formas de estudiar cómo ha cambiado el panorama del COVID-19 desde entonces. Por un lado, se ha comprobado que las vacunas y la mejora de las medidas de salud pública han ayudado de forma significativa. Pero, por otro lado, existe la posibilidad de reinfección debido a la posible disminución de los anticuerpos, y la aparición de variantes más nuevas, peligrosas y contagiosas.
Sin embargo, estos descubrimientos también se producen cuando algunos expertos en salud de EE.UU. están avanzando en la consideración de una tercera vacuna contra el COVID-19. Esto sigue el ejemplo de Israel, el primer país en aprobar el refuerzo.