Un grupo de altos cargos demócratas de la Cámara de Representantes envió una carta al presidente Joe Biden, instándole a “recalibrar aún más la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita”.
La carta se produce mientras Washington y Riad intentan coordinar una fecha para la visita de Biden al reino a finales de este verano.
La carta está firmada por el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Gregory Meeks (demócrata de Nueva York), el presidente del Comité Permanente Selecto de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff (demócrata de California), el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Bennie Thompson (demócrata de Mississippi), la presidenta del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, Carolyn Maloney (demócrata de Nueva York), el presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Adam Smith (demócrata de Washington) y Stephen Lynch (demócrata de Massachusetts), presidente del Subcomité de Seguridad Nacional del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes.
Una relación Estados Unidos-Saudí recalibrada
“El Reino ha sido durante mucho tiempo un importante socio de Estados Unidos, y buscamos seguir cooperando con él en materia regional, antiterrorista, energética y otras prioridades”, escribieron. “Sin embargo, desde 2015, su liderazgo ha actuado repetidamente de manera contraria a la política y los valores de Estados Unidos”.
“De relevancia más inmediata, la negativa de Arabia Saudita a estabilizar los mercados energéticos globales está ayudando a financiar los crímenes de guerra de [el presidente ruso] Vladimir Putin en Ucrania, mientras inflige dolor económico a los estadounidenses de a pie”, añadieron. “Además, la prolongada guerra liderada por Arabia Saudita en Yemen no ha reducido la influencia maligna de Irán, sino que ha creado un desastre humanitario sin precedentes que alimentará la inestabilidad regional. Por último, las recientes ejecuciones masivas y la presión saudí sobre Turquía para que cese el juicio por el brutal asesinato de Jamal Khashoggi desmienten las afirmaciones de que el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman está llevando a cabo auténticas reformas”.
Hasta que Arabia Saudita “muestre signos de trazar un curso diferente, y a la luz de las deliberaciones sobre una posible visita al Reino durante la cual usted podría tener la oportunidad de reunirse con el rey Salman y otros jefes de Estado regionales, le animamos a redoblar sus esfuerzos para recalibrar la relación entre Estados Unidos y Arabia”, escribieron.
Pidieron que Biden diera prioridad a asegurar más compromisos saudíes para estabilizar los mercados energéticos globales “y abandonar definitivamente su acuerdo de producción de petróleo con Rusia de la era Trump”.
En cuanto a la guerra liderada por Arabia Saudita en Yemen, pidieron continuar con la suspensión del apoyo militar ofensivo de Estados Unidos.
También instaron a Biden a priorizar “el fin de la detención arbitraria de defensores de los derechos humanos por parte del Reino, así como otros abusos de los derechos humanos”.
“Estamos dispuestos a trabajar con usted para hacer avanzar esta agenda y le pedimos que los miembros de su equipo de seguridad nacional informen al Congreso sobre estas cuestiones antes y después de su viaje”, escribieron. “Llevar a cabo estas medidas directas permitiría alcanzar su objetivo de recalibrar la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que sirve tanto a los intereses como a los valores de Estados Unidos”.