Luchadores por una Corea del Norte Libre, un grupo de desertores norcoreanos, afirmó esta semana que envió suministros de ayuda contra el COVID-19, incluyendo vacunas, a Corea del Norte a través de un globo.
Según la agencia de noticias Yonhap, el grupo envió “veinte grandes globos llenos de 20.000 mascarillas, 15.000 píldoras de Tylenol y 30.000 píldoras de vitamina C” por la frontera con Corea del Norte.
No está claro si los globos aterrizaron como estaba previsto. El gobierno surcoreano dejó claro que no aprueba estas medidas.
“Entendemos perfectamente los esfuerzos del grupo por ayudar a los norcoreanos, pero como el gobierno busca la cooperación sanitaria intercoreana, les hemos instado públicamente en numerosas ocasiones a que se abstengan (de lanzar), considerando lo que será de verdadera ayuda para los norcoreanos”, dijo un portavoz del gobierno a la prensa.
Mientras tanto, un análisis del New York Times publicado esta semana describía lo que está ocurriendo en Corea del Norte como “una oportunidad”.
Escrito por Jean H. Lee, un periodista que ha visitado Corea del Norte, el artículo argumentaba que “reconocer finalmente un brote viral puede ser parte de una estrategia de su líder, Kim Jong Un, para volver a relacionarse con el mundo exterior. El mundo debería estar dispuesto a comprometerse también”.
Lee argumentó que es casi seguro que el Covid estaba ocurriendo en Corea del Norte antes de que el régimen reconociera el brote esta primavera. Además, las afirmaciones del régimen sobre el éxito en la lucha contra ese brote probablemente no sean auténticas. El autor especuló que el régimen puede haber programado la revelación para el reciente viaje del presidente Biden a la región, o simplemente porque el brote se volvió tan grave que ya no podía ocultarse.
“El Sr. Kim puede estar siguiendo una estrategia de doble vía. Los lanzamientos de misiles mantienen la tensión con Estados Unidos y Corea del Sur, lo que le ayuda a justificar la construcción de su arsenal nuclear, poniéndolo en una posición más fuerte para cualquier futuro enfrentamiento o negociación”, escribió Lee.
También escribió que si China está ayudando a Corea del Norte, Estados Unidos debería unirse a la ayuda, de lo contrario, Estados Unidos “se arriesga a quedar excluido de una rara apertura política”.
Daniel Kritenbrink, subsecretario de Estado estadounidense para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, había dicho a principios de esta semana que Estados Unidos no hará del alivio de Covid un tema en las posibles conversaciones de desnuclearización con Corea del Norte.
“También estamos gravemente preocupados por el grave brote de COVID-19 que se está produciendo en estos momentos en la RPDC, y por cómo puede afectar a la salud y el bienestar del pueblo norcoreano”, dijo Kritenbrink al intervenir en un foro organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y la Fundación Corea, según la agencia de noticias Yonhap.
“Seguimos apoyando los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria y vacunas COVID-19 a la RPDC. Consideramos que esta crisis humanitaria es independiente de los avances en la desnuclearización y no vinculamos ni vincularemos ambas cosas”.