Estados Unidos anunció el jueves una nueva oleada de sanciones contra legisladores, oligarcas y empresas de defensa rusas en respuesta a la invasión de Ucrania, informó la Casa Blanca.
Las medidas, que implican la congelación de activos en manos de Estados Unidos, señalan a 328 miembros de la Duma Estatal de Rusia y a 48 empresas de defensa “que alimentan la maquinaria bélica de (el presidente Vladimir) Putin”, según un comunicado emitido mientras el presidente estadounidense, Joe Biden, asistía a cumbres en Bruselas centradas en la guerra.
También está en el punto de mira Herman Gref, director general de la mayor entidad financiera rusa, Sberbank.
“Estoy anunciando sanciones adicionales a más de 400 élites rusas, legisladores y empresas de defensa en respuesta a la guerra de Putin en Ucrania”, tuiteó Biden.
“Ellos se benefician personalmente de las políticas del Kremlin, y deben compartir el dolor”, dijo.
Un comunicado conjunto emitido por el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro de EE. UU. dijo que las sanciones también apuntarían al establecimiento de defensa de Rusia con efectos “duraderos”.
“Un componente importante de la acción de hoy es la designación de las empresas de defensa rusas que forman parte de la base industrial de defensa de Rusia y que producen armas que han sido utilizadas en la guerra de agresión de Rusia”, dice el comunicado.
“Al dejar fuera del sistema financiero estadounidense a docenas de empresas de defensa rusas, la acción de hoy tendrá un efecto profundo y duradero en la base industrial de defensa de Rusia. Estamos apuntando, y seguiremos apuntando, a los proveedores del esfuerzo bélico de Rusia y, a su vez, a su cadena de suministro”, añadió.
“Con nuestros socios y aliados, Estados Unidos pretende golpear el corazón de la capacidad de Rusia para hacer la guerra y llevar a cabo la agresión contra otros países, incluida Ucrania. Seguiremos imponiendo costes hasta que Putin ponga fin a esta guerra no provocada contra Ucrania”.
La declaración señalaba que la medida de EE. UU. se alineaba en general con las ya adoptadas por la Unión Europea, Gran Bretaña y Canadá.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, declaró: “Estados Unidos, con nuestros socios y aliados, está golpeando el corazón de la capacidad de Rusia para financiar y llevar a cabo su guerra y atrocidades contra Ucrania”.
A primera hora del jueves, Gran Bretaña impuso sanciones a otras 59 personas y entidades rusas, así como a seis empresas bielorrusas, por la invasión de Ucrania por parte de Moscú, apuntando a una oscura empresa de mercenarios y al mayor productor de diamantes del mundo.
Las últimas medidas, contra una serie de industrias y personas estratégicas clave, elevan a más de 1.000 el número de personas y empresas rusas y bielorrusas sancionadas por Londres en las últimas semanas.
Gran Bretaña también ha sancionado a otros seis bancos, a los ferrocarriles rusos, a la empresa de defensa Kronshtadt -principal productora de aviones no tripulados rusos- y al gigante de los diamantes Alrosa, según el Ministerio de Asuntos Exteriores.
También se sancionó al Grupo Wagner, una organización de mercenarios rusos que ha actuado en otras zonas de conflicto recientes del Kremlin y que, al parecer, se encargó de asesinar al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
El grupo se ha enfrentado a múltiples acusaciones de llevar a cabo crímenes y atrocidades en todo el mundo.
Mientras que la UE y el Reino Unido han avanzado en la imposición de sanciones al multimillonario ruso-israelí Roman Abramovich, congelando sus activos en su jurisdicción, entre los que se encuentra el equipo de fútbol londinense Chelsea, Estados Unidos se ha abstenido hasta ahora de seguir su ejemplo.
El Wall Street Journal informó el miércoles de que Zelensky pidió a Biden que dejara a Abramovich fuera de la lista de sanciones de Washington con la esperanza de que el oligarca pudiera ayudar a mediar entre Kiev y Moscú.