El Ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid Al-Falih, se reunió el martes en Washington con el Secretario de Energía de Estados Unidos, Rick Perry, y dijo que ambas partes expresaron su preocupación por las amenazas de Irán contra la libertad del tráfico marítimo en el Golfo Pérsico.
“La reunión…. trató de la preocupación de los dos países por las amenazas contra la libertad del tráfico marítimo en el Golfo Pérsico. Afirmamos nuestra determinación de trabajar juntos para garantizar la seguridad del suministro mundial de petróleo”, dijo Falih en una serie de tweets.
Las tensiones entre Irán y Occidente han aumentado desde el año pasado, cuando Estados Unidos se retiró de un acuerdo internacional que frenaba el programa nuclear de la República Islámica a cambio de una flexibilización de las sanciones económicas contra Irán.
Alimentando los temores de una guerra en Oriente Medio con repercusiones globales, la Guardia Revolucionaria de Irán confiscó el petrolero británico Stena Impero cerca del Estrecho de Ormuz en julio por presuntas violaciones marítimas, dos semanas después de que las fuerzas británicas capturaran un petrolero iraní cerca de Gibraltar acusado de violar las sanciones impuestas a Siria.
El presidente iraní Hassan Rouhani advirtió el martes que el transporte marítimo podría no ser seguro en el Estrecho de Ormuz, añadiendo que “la guerra con Irán es la madre de todas las guerras”.
Falih también dijo que discutió la condición del mercado mundial del petróleo con Perry y destacó la voluntad de Arabia Saudita de estabilizarlo. “En este contexto, he afirmado el compromiso de los miembros de la OPEP y de los productores no miembros de la OPEP de coordinar la producción y esforzarse por lograr un equilibrio en el mercado del petróleo”, dijo Falih, cuyo país es el líder de facto de la OPEP.
La OPEP, Rusia y otros países no miembros, conocidos como OPEP+, han venido reduciendo la oferta de petróleo desde 2017 para evitar que los precios desciendan en medio de la creciente competencia de Estados Unidos, que ha superado a Rusia y Arabia Saudita para convertirse en el principal productor mundial.