WASHINGTON, Estados Unidos – Estados Unidos ha ordenado a las familias de sus diplomáticos en la capital ucraniana, Kiev, que abandonen el país “debido a la continua amenaza” de una invasión rusa, informó el domingo el Departamento de Estado.
Washington también ha autorizado la salida “voluntaria” de su personal de la embajada no esencial e instó a los ciudadanos estadounidenses en el país del este de Europa a “considerar su salida ahora”, diciendo que no estará en condiciones de evacuarlos tras una posible incursión de Moscú.
Rusia ha estado concentrando decenas de miles de tropas en su frontera con Ucrania, junto con un arsenal de tanques, vehículos de combate, artillería y misiles.
Los movimientos han provocado severas advertencias de Washington y Europa, pero hasta ahora la intensa diplomacia ha dado pocos resultados.
La embajada de EE.UU. sigue abierta y la encargada de negocios Kristina Kvien permanece en el país por ahora, según declaró un alto funcionario del Departamento de Estado a la prensa.
El funcionario repitió las advertencias anteriores de la Casa Blanca de que una invasión podría llegar en “cualquier momento”.
Washington “no estará en condiciones de evacuar a los ciudadanos estadounidenses en tal contingencia”, dijo el funcionario, e instó a los estadounidenses a considerar su salida mediante transporte comercial o privado lo antes posible.
El funcionario se negó a especificar el número de estadounidenses en suelo ucraniano, pero representantes del Departamento de Estado situaron el mes pasado la cifra entre 10.000 y 15.000.
El Departamento de Estado ya desaconseja todo viaje a Ucrania por la posibilidad de una invasión rusa.
El domingo, también desaconsejó viajar a Rusia, en particular a las zonas de su frontera con Ucrania, advirtiendo que los estadounidenses podrían sufrir “acoso” y que Washington tendría una “capacidad limitada” para ayudarles.
Los ciudadanos estadounidenses “que visitan o residen en Rusia han sido interrogados sin motivo y amenazados por funcionarios rusos y pueden ser víctimas de acoso, maltrato y extorsión”, decía el aviso.
El Kremlin niega cualquier intención de invadir a su vecino, pero condiciona la desescalada a la firma de tratados que garanticen la no expansión de la OTAN, especialmente a Ucrania, y la retirada de la alianza de Europa del Este.
A primera hora del domingo, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, descartó la idea de imponer sanciones punitivas a Moscú antes de una posible invasión, afirmando que deberían utilizarse como medio para “disuadir” un ataque.
“Una vez que se activan las sanciones, se pierde el efecto disuasorio”, dijo Blinken a la CBS. “Así que lo que estamos haciendo es reunir toda una serie de acciones que figuren en el cálculo del presidente (Vladimir) Putin”.
Eso incluye reforzar las defensas en Ucrania con más ayuda militar, dijo Blinken.