El vicepresidente de Gazprombank, Igor Volobuev, abandonó Rusia para unirse a las fuerzas de defensa territorial de Kiev, según declaró en una entrevista con The Insider.
Volobuev, que se marchó el 3 de marzo -solo una semana después de que Rusia comenzara su invasión de Ucrania-, dijo que no podía quedarse en Rusia y que “no podía quedarse de brazos cruzados viendo lo que Rusia está haciendo a [su] patria”, añadiendo que “quiere lavar [su] pasado ruso”.
“Los rusos estaban matando a mi padre, a mis conocidos y amigos cercanos. Mi padre vivió en un sótano frío durante un mes. La gente que conocía desde la infancia me dijo que se avergonzaba de mí”, dijo Volobuev, que trabajó en Gazprom durante 16 años antes de ocupar el máximo cargo de Gazprombank durante seis años.
El ex ejecutivo del banco continuó diciendo que la actuación del presidente ruso es un crimen. Las sanciones internacionales se impusieron a Gazprombank -entre varios bancos rusos afectados por sanciones sin precedentes- al día siguiente de que Rusia iniciara su asalto a Ucrania.
Extrañas circunstancias para los oligarcas
Los infames rusos se han visto comprometidos geopolíticamente desde el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia. Muchos de los principales aliados de Vladimir Putin en el mundo de los negocios, como Roman Abramovich y Mikhail Prokhorov, han sido objeto de sanciones y otras medidas punitivas, y algunos incluso han hablado en contra del gobierno de Rusia.
Mientras que algunas figuras prominentes del mundo de los negocios de Rusia se han enfrentado a medidas financieras punitivas, otros se han encontrado con consecuencias potencialmente mucho más graves. El exvicepresidente de Gazprombank, Vladislav Avayev, y el ex ejecutivo de la empresa de gas natural Novatek, Sergey Protosenya, fueron encontrados muertos a mediados de abril -junto con sus esposas e hijos- en Moscú y España, respectivamente.
El medio de comunicación estatal ruso TASS, que informó de la muerte de Avayev, dijo que el caso era aparentemente un asesinato-suicidio, mientras que la emisora española Telecinco informó de lo mismo sobre la muerte de Protosenya.
Sorprendentemente, estos no son los únicos suicidios misteriosos que han sufrido los ejecutivos rusos este año. Leonid Shulman, que dirigía el servicio de transferencias de Gazprom, fue encontrado muerto en San Petersburgo en un aparente suicidio, mientras que el exdiputado de Gazprom Alexander Tyulyakov fue encontrado ahorcado en un garaje cerca de San Petersburgo el 25 de febrero, justo un día después de la invasión de Ucrania.
El think tank polaco Instituto de Varsovia señaló que los suicidios parecían “algo sospechosos”, opinión que comparte Volobuev.
“No creo que haya podido matar a su mujer y a su hija”, dijo Volobuev. “Creo que fue una trampa. ¿Por qué? Es difícil de decir. Quizá sabía algo y suponía una amenaza”.
Otros altos ejecutivos y funcionarios de los que se sabe que abandonaron Rusia durante la guerra son el primer vicepresidente del consejo de administración de Sberbank, Lev Khasis, el enviado presidencial Anatoly Chubais y el director general adjunto de Aeroflot, Andrei Panov, según el Moscow Times.