El gobierno español criticó el viernes la decisión de la alcaldesa de Barcelona de cortar los lazos de la ciudad con Israel, calificándola de “medida unilateral” que no aportará “nada bueno”.
En una carta dirigida la semana pasada al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, la alcaldesa de Barcelona, la izquierdista Ada Colau, dijo que había tomado la medida debido a la “violación sistémica” por parte de Israel de los derechos de la población palestina.
Colau, antigua activista antidesahucios, citó varias políticas israelíes, entre ellas la construcción de asentamientos en tierras reclamadas por los palestinos para un futuro Estado.
“Sería un grave error aplicar una política de doble rasero y hacer la vista gorda ante una violación que, desde hace décadas, está ampliamente verificada y documentada por organizaciones internacionales”, añadió.
La medida, en gran medida simbólica, que habían solicitado decenas de grupos locales, incluye el fin de un acuerdo de hermanamiento con Tel Aviv.
En un acto celebrado el viernes en Barcelona, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, calificó la medida de “decisión unilateral, y entiendo que casi personal, del alcalde”.
“Creo que la vocación de Barcelona es ser una ciudad abierta, como lo es España”, añadió.
“No creo que se consiga nada bueno suspendiendo, cortando, expulsando, ni se construye un diálogo entre Israel y Palestina”, añadió.
Las declaraciones se produjeron dos días después de que el ayuntamiento de Barcelona rechazara simbólicamente la decisión de la izquierdista Colau, con el único voto a favor de su partido.
El jueves, el presidente del FC Barcelona invitó a representantes de la embajada de Israel en España al partido de fútbol contra el Manchester United inglés, en señal de apoyo al Estado judío, según un comunicado de la misión israelí.
Según el comunicado, Joan Laporta subrayó durante una ceremonia previa al partido que su equipo, popular entre muchos israelíes, lleva mucho tiempo comprometido con el mantenimiento de buenos lazos con Israel.
“El gesto del equipo de fútbol del Barcelona se une a la ola de protestas en Barcelona, Cataluña y toda España contra la decisión del alcalde”, dijo la embajada.
Después de que Colau anunciara la semana pasada que suspendía el hermanamiento, el alcalde conservador de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, la acusó de antisemitismo y tuiteó que había escrito al alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, para compartir “el compromiso de Madrid con la democracia y la libertad”.