Francisco expresó nuevamente su preocupación por la campaña militar de Israel en Gaza, calificando de “muy grave y vergonzosa” la crisis humanitaria que afecta al enclave palestino.
Durante su discurso anual dirigido al cuerpo diplomático, un asistente del papa transmitió sus palabras, donde lamentó las muertes provocadas por el frío invernal en la región, agravadas por la falta de electricidad.
El mensaje subraya que “es inaceptable bombardear a civiles” y rechaza que los menores pierdan la vida a causa de la destrucción de hospitales o los daños a las redes energéticas.
Por su parte, Israel sostiene que sus operaciones militares se justifican porque Hamás ha tomado el control de hospitales, utilizándolos como refugios y centros de operaciones, lo que hizo inevitable la intervención armada.
Aunque estuvo presente en el acto, el pontífice delegó la lectura del discurso debido a que aún se encuentra recuperándose de un resfriado.