La policía suiza descubrió el año pasado a dos presuntos espías rusos en la lujosa ciudad turística de Davos, incluyendo uno que decía ser fontanero, según informó un periódico suizo el martes.
El periódico Tages Anzeiger dijo que los dos hombres, que fueron detenidos, pero no arrestados en agosto de 2019, eran sospechosos de llevar a cabo “trabajos preparatorios” para espiar el Foro Económico Mundial, que tiene lugar en Davos esta semana.
“Fue un control policial regular. Ambos hombres tenían pasaportes diplomáticos rusos, pero no estaban formalmente registrados como diplomáticos en Suiza”, dijo a AFP Anita Senti, portavoz de la policía cantonal local de Graubuenden.
El periódico informó que “al menos uno de los hombres” dijo ser plomero y que le habían dicho a la policía que se alojarían en la costosa ciudad turística durante tres semanas entre el 8 y el 28 de agosto, lo que despertó sospechas.
La cumbre anual reúne a los principales líderes políticos y empresariales del mundo, con el presidente estadounidense Donald Trump y la canciller alemana Angela Merkel entre los asistentes de este año, lo que la convierte en un objetivo potencial evidente para una operación de espionaje.
“No recibimos ninguna información al respecto por parte de las autoridades suizas. No hay evidencia de espionaje”, dijo a AFP el portavoz de la embajada rusa Stanislav Smirnov.
“No descarto que hayan sido personas con pasaportes diplomáticos rusos, no necesariamente tienen que estar acreditadas en Suiza”, dijo Smirnov.
Al preguntársele por qué uno de los hombres había afirmado ser un plomero, Smirnov dijo que puede haber sido una “broma estúpida” del hombre.
El periódico dijo que los hombres podrían haber estado preparando una operación de escucha telefónica o de piratería informática en Davos, y citó varias fuentes que decían que los funcionarios rusos “amenazaron con consecuencias diplomáticas si los hombres eran arrestados”.
El periódico dijo que la Fiscalía General de Suiza no había abierto un proceso penal por el incidente de Davos.
Pero Suiza ha estado investigando a dos supuestos agentes rusos por planear un ciberataque al laboratorio de Spiez en Berna, que realiza trabajos analíticos para la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
El laboratorio investigaba en ese momento el envenenamiento del doble agente ruso Sergei Skripal con un agente nervioso.
Las autoridades suizas también sospechan que Rusia está detrás de un ciberataque a la oficina de Lausana de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
La AMA ha sido una espina clavada en el costado de Moscú durante varios años por las trampas de drogas en el deporte ruso.
El organismo de control con sede en Montreal suspendió a la Agencia Antidopaje de Rusia en 2015 después de declararla no conforme tras la evidencia de un vasto plan respaldado por Moscú para hacer trampas en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014.
Desde entonces, la AMA ha impuesto a Rusia una prohibición de cuatro años en los principales eventos deportivos, que Moscú está apelando.