El Departamento de Trabajo de Estados Unidos y otras cinco agencias acusaron a China de llevar a cabo crímenes contra la humanidad, incluyendo “encarcelamiento, tortura, violación, esterilización forzada y persecución” contra los uigures y otras minorías étnicas y religiosas en Xinjiang, en un comunicado de prensa el martes.
Se advirtió a las empresas y personas vinculadas a la zona que quienes decidan seguir haciendo negocios con Xinjiang “corren un alto riesgo” de violar las leyes estadounidenses contra las prácticas de trabajo infantil y forzado.
“Los abusos laborales y de derechos humanos contra los uigures y otras minorías en Xinjiang, China, son atroces, sistemáticos y continuos”, dijo el secretario de Trabajo de Estados Unidos, Marty Walsh. “Cualquier empresa que haga negocios en esta región debe prestar atención: se trata de prácticas reprobables e ilegales, y los bienes producidos en estas condiciones no tienen cabida en la economía estadounidense”.
El gobierno de China rechazó las acusaciones de Estados Unidos sobre el trabajo forzado en Xinjiang y acusó a Washington el jueves de perjudicar el comercio mundial después de que los legisladores aprobaran el control de las importaciones y se advirtiera a las empresas estadounidenses que se enfrentan a riesgos legales si hacen negocios con la región.
Las medidas se suman a la creciente presión sobre las empresas que compran ropa, algodón, tomates y otros productos de Xinjiang, donde se acusa al Partido Comunista en el poder de retener a más de un millón de miembros de grupos étnicos mayoritariamente musulmanes en campos de detención. Washington ha bloqueado algunas importaciones, mientras que Pekín ha azuzado la ira de los consumidores chinos contra las marcas que expresan su preocupación por los posibles trabajos forzados.
“Los supuestos problemas de derechos humanos y trabajos forzados en Xinjiang son completamente inconsistentes con los hechos”, dijo un portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
“El planteamiento de Estados Unidos ha socavado gravemente la seguridad y la estabilidad de la cadena industrial mundial y la cadena de suministro”, dijo. “China se opone firmemente a ello”.
Gao no dio ninguna indicación sobre posibles represalias chinas.
La última medida aprobada el miércoles por el Senado estadounidense bloquearía las importaciones de bienes fabricados con trabajo forzado en Xinjiang. El proyecto de ley requiere la aprobación de la Cámara de Representantes.
Las autoridades chinas niegan las acusaciones de abusos en Xinjiang. Dicen que los campos son para la formación laboral y la lucha contra el radicalismo.
Washington y la Unión Europea han impuesto sanciones financieras y de viaje a funcionarios chinos acusados de abusos en Xinjiang. Estados Unidos ha bloqueado las importaciones de algodón, tomates y materiales para fabricar paneles solares de empresas sospechosas de utilizar trabajos forzados.
Pekín tomó represalias anunciando sanciones no especificadas contra funcionarios estadounidenses y europeos, un centro de estudios europeo y dos investigadores europeos que estudian Xinjiang.
La televisión estatal pidió un boicot a la cadena sueca H&M después de que ésta se uniera a otras marcas para expresar su preocupación por los informes sobre trabajos forzados en Xinjiang. Los medios de comunicación estatales han hecho públicos los llamamientos de chinos individuales a boicotear Nike, Adidas, Uniqlo y otras marcas mundiales de calzado y ropa.