Estados Unidos expulsó a 55 diplomáticos rusos, según ha declarado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
Según ella, Washington sigue insistiendo en equiparar el número de diplomáticos de los dos países, incluyendo en el cómputo total a los rusos que trabajan en la misión permanente de la ONU en Nueva York.
“Si comparamos las embajadas y las oficinas consulares, el panorama es completamente diferente. Los estadounidenses tienen ahora unas 130 personas trabajando en Rusia, mientras que en nuestra misión en Washington y en los dos consulados generales en Nueva York y Houston hay menos de 200”, dijo Zakharova.
“Dada la exigencia de Washington de que 55 de nuestros diplomáticos y personal administrativo y técnico deben abandonar Estados Unidos en los próximos meses, la situación en el ‘frente’ diplomático no hará más que empeorar”, advirtió.
Según Zakharova, cada acción hostil de Estados Unidos irá seguida de una respuesta “rápida y proporcionada, pero no necesariamente simétrica”.
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzia, declaró a RIA Novosti que a decenas de diplomáticos rusos no se les ha prorrogado el visado. En consecuencia, no pueden salir de Estados Unidos porque no se les permitirá regresar.
La madre de uno de los diplomáticos murió y él no pudo asistir al funeral “porque si se hubiera ido, no habría recibido el visado para volver”, lamentó Nebenzia.
En abril, el presidente ruso Vladimir Putin firmó un decreto para crear una lista de “países no amigos”, que tendrían una capacidad limitada para contratar a ciudadanos rusos para trabajar en sus embajadas. Estados Unidos fue incluido en la lista. Debido a ello, Washington se vio obligado a reducir el personal de la embajada cuatro veces y dejó de expedir visados de no inmigrante a los rusos.
En octubre, el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó a los rusos que solicitaban visados estadounidenses en la categoría de “nacionalidades sin hogar”, junto con Venezuela, Yemen, Irán, Cuba, Libia, Siria, Somalia, Sudán del Sur y Eritrea.
Rusia tiene unos 400 diplomáticos en Estados Unidos, pero la mayoría de ellos son empleados de la misión de la ONU. En septiembre, un grupo de senadores estadounidenses pidió al gobierno de Joe Biden que expulsara a 300 rusos para eliminar la disparidad diplomática. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso amenazó a Washington con medidas de represalia hasta el cierre total de las misiones extranjeras estadounidenses en Rusia.