Estados Unidos advirtió el martes de las “graves consecuencias” de cualquier nueva agresión rusa, mientras la alianza militar occidental OTAN se reunía para discutir las intenciones de Moscú de concentrar tropas en la frontera con Ucrania.
Se espera que el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, informe a sus 29 homólogos de la OTAN sobre el panorama de los servicios de inteligencia de EE.UU. en el flanco oriental de la alianza y en Ucrania, que no es miembro de la OTAN, durante la reunión en la capital letona, Riga.
“No tenemos ninguna claridad sobre las intenciones (de Rusia), pero lo que sabemos es que hay una inusual concentración de fuerzas militares rusas cerca de Ucrania”, dijo el lunes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
“Vemos capacidades pesadas, vemos unidades blindadas, aviones no tripulados, sistemas de guerra electrónica y vemos decenas de miles de tropas rusas listas para el combate”, dijo tras visitar a las tropas de la OTAN ensayando habilidades de combate con tanques camuflados y balas reales en un bosque nevado al norte de Riga.
La alianza militar occidental está alarmada por la presencia militar rusa en las fronteras de Ucrania, el segundo aumento de tropas este año. En mayo, las tropas rusas llegaron a ser 100.000 en la frontera con Ucrania, el mayor número desde la anexión rusa de Crimea en 2014, según los funcionarios occidentales.
Bielorrusia anunció el lunes simulacros militares conjuntos con Rusia en su frontera con Ucrania y acusó a la OTAN de aumentar su capacidad ofensiva cerca de sus fronteras.
El presidente Alexander Lukashenko, a quien Occidente acusa de querer dividir a la Unión Europea enviando migrantes de Oriente Medio a la frontera con Polonia, advirtió que Minsk no se quedaría al margen en caso de guerra total.
“Está claro de qué lado estará Bielorrusia”, dijo, refiriéndose a Rusia, cuyo apoyo financiero y político le ayudó a capear las enormes protestas tras las disputadas elecciones presidenciales de agosto del año pasado.