Estados Unidos está preparando una nueva ronda de sanciones contra el proyecto Nord Stream 2, dijo Richard Grenell, ex embajador de Estados Unidos en Alemania y ahora director en funciones de la inteligencia nacional de Estados Unidos a Handelsblatt.
Grenell dijo que se reunió la semana pasada con senadores y miembros de la cámara baja del Congreso, que apoyan medidas bipartidistas adicionales.
“El endurecimiento de las sanciones es bienvenido por ambos partidos”, dijo Grenell, añadiendo que “el proyecto de ley puede ser aprobado rápidamente a pesar de la campaña de las elecciones presidenciales”.
Aún no está claro en qué forma se impondrán las sanciones. Una opción es prohibir la cooperación con las empresas afiliadas a Gazprom que se dedican al mantenimiento de los oleoductos y gasoductos de alta mar, escribe Handelsblatt. Además, se están discutiendo posibles sanciones contra los compradores de gas ruso.
La construcción del “Northern Stream 2”, de 10.000 millones de euros, se detuvo a finales de diciembre del año pasado, quedando solo 100 km de tubería por tender en el fondo del Mar Báltico.
Esto obligó a las autoridades rusas a acudir a la mesa de negociaciones con Ucrania y concertar un nuevo contrato de tránsito, a pesar de las numerosas promesas de terminarlo completamente a partir de 2020.
El presidente ruso Vladimir Putin aseguró que Gazprom puede completar el oleoducto por sí mismo y ponerlo en marcha a más tardar en el primer trimestre de 2021.
El único buque de que dispone Gazprom, capaz de tender tuberías a la profundidad deseada, el Akademik Chersky, salió del puerto de Nakhodka en febrero y el 9 de mayo llegó a Europa, echando el ancla cerca del puerto de Mukran en Alemania, donde se encuentra la terminal logística del proyecto de gasoducto.
En el puerto también se encuentra la barcaza tubular “Fortuna”, perteneciente a la empresa rusa Mezhregiontruboprovodstroy, que las autoridades danesas han considerado que no cumple los requisitos de seguridad. La embarcación no tiene un sistema de posicionamiento dinámico.
En mayo de 2019 entraron en vigor en Europa las enmiendas a la Directiva sobre el gas, que se extienden a los gasoductos submarinos procedentes de terceros países. Según las normas de la Unión Europea, se prohíbe a una empresa ser tanto el proveedor de gas como el propietario del gasoducto. Para Gazprom, esto significa que es imposible utilizar más del 50% de la capacidad del Nord Stream 2, incluso si está terminado.
En mayo, el tribunal de la UE rechazó la demanda de Nord Stream 2 AG contra la Directiva Europea del Gas, y la Agencia Federal de Redes de Alemania le negó la exención a las normas generales.