Etiopía ha sido noticia recientemente por adquirir vehículos aéreos de combate no tripulados (UCAV) Mohajer-6 de Irán. La elección de un sistema iraní, realizada por un estrecho aliado histórico de Israel y los Emiratos Árabes Unidos, es cuanto menos sorprendente, y podría haber estado motivada más por la mera desesperación de contar con una capacidad UCAV para cambiar su suerte en la actual guerra de Tigray que por una verdadera preferencia por el Mohajer-6 iraní frente a los UCAV contemporáneos de China o Turquía.
Sea cual sea el razonamiento de Etiopía, la elección del Mohajer-6 es especialmente sorprendente, ya que la Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF) dependía anteriormente de los UAV israelíes para el reconocimiento aéreo no tripulado. Para la guerra del Tigray en concreto, esto podría significar, por ejemplo, que los UAV israelíes se encargarán de localizar objetivos para los Mohajer-6 iraníes. En consecuencia, la guerra del Tigray podría pasar a la historia como el primer conflicto en el que los UAV israelíes e iraníes operan juntos en el mismo bando.
Durante mucho tiempo ha sido un misterio qué sistemas no tripulados israelíes adquirió Etiopía para sus fuerzas armadas. A diferencia de sus aviones tripulados, que aparecen con frecuencia en documentales y vídeos informativos, se sabe sorprendentemente poco sobre la adquisición y el funcionamiento de los UAV por parte de Etiopía. La escasa información disponible revela un variado inventario de vehículos aéreos no tripulados israelíes y de vehículos aéreos no tripulados (comerciales) comprados a China, mezclados con una serie de diseños nativos sin éxito.
Sin duda, el tipo de UAV israelí más moderno es también el más raro que aparece en las imágenes disponibles públicamente. Sólo en dos ocasiones se ha fotografiado el UAS táctico Aerostar en servicio en Etiopía, una de ellas cuando se encontraba en fase de mantenimiento en las instalaciones de Industria de Ingeniería de Aviación Dejen (DAVI) en la base aérea de Bishoftu. Aparte de este avistamiento y de dos vídeos publicados en 2020, no se sabe prácticamente nada de su historial de servicio en Etiopía y no está claro si alguno de los sistemas sigue siendo operativo.
Otro tipo israelí que fue adquirido es el mini UAS WanderB de BlueBird Aerosystems. Estos fueron adquiridos en 2011 para formar el primer regimiento de UAV de Etiopía, y llegaron a Etiopía junto con la infraestructura necesaria para mantener los sistemas. Curiosamente, el WanderB se adquirió tanto en la variante de UAV como en la de entrenamiento RC (lo que se puede discernir por la falta de una cámara en esta última). En esta última función se designa como MDAV-1 en el servicio etíope, y es posible que la variante RC haya entrado también en la producción local. Sin embargo, al igual que el UAV Aerostar, se sabe muy poco sobre su uso en el pasado y su estado de servicio actual.
Las necesidades urgentes de Etiopía parecen haberle llevado a realizar compras de dudosa sensibilidad política. Sin embargo, a veces las realidades del conflicto dejan pocas opciones a los combatientes, lo que ha hecho que Etiopía se encuentre en la posición única de operar UAVs israelíes e iraníes al mismo tiempo. Está por ver si Etiopía va a sentir las ramificaciones políticas de su acuerdo con Irán: una prohibición de seguir comprando o apoyando productos israelíes solo podría servir para empeorar la posición de Etiopía. Asimismo, no se sabe si su flota de vehículos aéreos no tripulados israelíes e iraníes es suficiente para frenar el avance aparentemente imparable del Frente de Liberación Popular de Tigray, y es muy posible que veamos otras adquisiciones de aviones no tripulados en un futuro próximo en un intento de cambiar la suerte del país.