El ministro de Salud del Líbano ha informado que ocho personas murieron y alrededor de 2.800 resultaron heridas tras la explosión de varios bíperes en diferentes áreas del país.
Hezbolá confirmó que entre los muertos se encuentran dos de sus miembros. Además, se reportó la muerte de una niña, hija de un integrante del grupo, tras la explosión de un buscapersonas en la casa de su familia.
El grupo terrorista emitió su primer comunicado tras la detonación masiva de estos dispositivos, utilizada por sus miembros, que dejó más de 1.000 heridos según los informes. Hezbolá aseguró que dos hombres y una menor murieron.
El grupo ha declarado que está realizando una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido, sin mencionar a Israel como responsable directo. No obstante, advirtió a la población sobre los “rumores e información falsa y engañosa”, que podrían formar parte de la “guerra psicológica” del “enemigo sionista”, en referencia a las amenazas israelíes de una posible ofensiva en el sur del Líbano.
Hezbolá también confirmó que “un gran número de personas” fueron heridas y están siendo tratadas en hospitales de diferentes zonas del Líbano. Entre las víctimas, dos miembros del grupo y una niña han muerto. La menor fue identificada como Fátima Jaafar Abdullah, de nueve años, según fuentes libanesas y la familia.
El diario saudí Alhadath reportó que varios integrantes de Hezbolá fueron trasladados a hospitales en Damasco y otras áreas cercanas, luego de la explosión simultánea y coordinada de los buscapersonas en el Líbano.
Dos fuentes de seguridad revelaron a Reuters que un miembro de Hezbolá, hijo de un parlamentario del grupo, murió en la explosión. El legislador fue identificado como Ali Ammar. Además, medios libaneses informaron sobre la muerte de Fátima Jaafar Abdullah en Baalbek, al noreste del país, tras la detonación de un buscapersonas en la residencia de sus padres en Saraain.
Un canal saudí citó fuentes anónimas que afirmaron que altos líderes de Hezbolá y asesores cercanos resultaron heridos durante las explosiones que afectaron a cientos de buscapersonas en el Líbano.
Un líder de Hezbolá, que prefirió mantener el anonimato, responsabilizó a Israel por la explosión coordinada de los dispositivos, afirmando que más de 1.000 personas resultaron heridas. El dirigente describió el incidente como “una operación de seguridad dirigida a los dispositivos de comunicación”.
Sin proporcionar más detalles, añadió que “el enemigo [Israel] está detrás de este incidente de seguridad”. También mencionó que los buscapersonas recientemente adquiridos por los miembros de Hezbolá contenían baterías de litio que aparentemente explotaron.
Otro funcionario anónimo del grupo declaró al Wall Street Journal que algunos de sus miembros notaron un calentamiento inusual en los dispositivos y los descartaron antes de que ocurrieran las explosiones que causaron las múltiples lesiones. Este mismo oficial sugirió que los buscapersonas, portados por cientos de combatientes, podrían haberse sobrecalentado y detonado debido a un posible malware.
En Beirut, en el suburbio de Dahiyeh, cientos de estos dispositivos explotaron. Diversos medios han señalado que Israel podría haber hackeado los buscapersonas utilizados por Hezbolá, lo que habría provocado la detonación masiva.