Un dirigente de Hezbolá atribuye a Israel la responsabilidad de la detonación coordinada de buscapersonas empleados por el grupo terrorista, que según reportes, dejó a más de 1.000 personas heridas.
El líder terrorista, quien solicitó anonimato al no estar autorizado para hablar con la prensa, declaró que las explosiones fueron consecuencia de “una operación de seguridad que tenía como objetivo los dispositivos”.
Sin aportar más detalles, el funcionario afirma: “El enemigo [Israel] está detrás de este incidente de seguridad”. Agrega que los recientes buscapersonas portados por miembros de Hezbolá contienen baterías de litio que aparentemente estallaron.
Un funcionario anónimo de Hezbolá informó al Wall Street Journal que ciertos miembros notaron que sus buscapersonas se calentaban y los descartaron antes de la serie de explosiones que hirió a más de 1.000 personas.
El mismo funcionario añade que cientos de combatientes poseían estos dispositivos de comunicación y especula que pudieron haberse calentado y detonado a causa de un malware.
El suceso ocurrió después de que múltiples dispositivos de comunicación utilizados por integrantes de Hezbolá explotaran en el suburbio de Dahiyeh, en Beirut. Varios medios, entre ellos Sky News Arabia y medios libaneses, han reportado que Israel podría haber hackeado los buscapersonas portátiles empleados por Hezbolá, provocando su detonación.
Según fuentes de seguridad citadas por Reuters, cientos de miembros de Hezbolá sufrieron heridas graves. Un reportero de Reuters presente en el sitio señaló que al menos diez miembros del grupo sangraban a causa de las explosiones. También se han informado detonaciones similares en el sur del Líbano.
Videos difundidos en redes sociales parecen capturar el momento de las detonaciones de los dispositivos. De acuerdo con estos informes, alrededor de 1.000 personas habrían resultado heridas, incluyendo al embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, según reportó el medio iraní Mehr. Al menos cinco personas están en estado grave, aunque hasta el momento no se han reportado fallecidos.
Este incidente ha sido descrito por Reuters como “la mayor violación de seguridad hasta la fecha” desde el 7 de octubre. Las autoridades prosiguen con la investigación mientras el país permanece en alerta ante posibles nuevos acontecimientos.
El Ministerio de Salud del Líbano emitió un comunicado exhortando a la población a evitar el uso de dispositivos de comunicación inalámbrica. Al mismo tiempo, solicita donaciones de sangre y pide a los hospitales de diversas regiones que se mantengan en alerta máxima para atender a los heridos.