Unos 21 familiares de la masacre de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, en la que murieron 11 israelíes, exigen una indemnización a Libia por su papel en el atentado, según informa este viernes el diario alemán Sueddeutsche Zeitung.
Los supervivientes reclaman 110 millones de euros de los fondos de Libia administrados por la ONU, que fueron congelados en todo el mundo debido a las acusaciones de malversación de fondos.
Los supervivientes afirman que el entonces líder de Libia, Muammar Gaddafi, apoyó y ayudó activamente a los atacantes tras su huida de Múnich.
Los supervivientes y las familias apoyan sus demandas afirmando que Gadafi concedió al entonces líder palestino Yasser Arafat 5 millones de dólares como regalo por el atentado. Además, los tres terroristas que sobrevivieron al atentado, y que fueron liberados de la cárcel después de solo 54 días, volaron a Libia donde recibieron una bienvenida de héroes y luego se escondieron con la ayuda de Gadafi.
Además, algunos de los terroristas entraron en Alemania con pasaportes lbios falsos, lo que les permitió acceder al recinto olímpico para llevar a cabo el atentado.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, ayudó a presentar a la ONU los documentos que prueban la participación de Gadafi, según el informe.
Las familias de las víctimas llevan años luchando por recibir una indemnización de las autoridades alemanas. Al principio, se les concedió un millón de dólares como “ayuda humanitaria” y no fue hasta 2002 cuando recibieron otros 3 millones de euros.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 guardaron un momento de silencio durante la ceremonia de apertura por primera vez desde el atentado, al cumplirse 49 años.