Las autoridades francesas iniciaron una investigación exhaustiva sobre el aumento en el número de bebés nacidos sin extremidades en ciertas partes del país, algunos de los cuales se informaron a principios de este mes.
El Ministerio de Salud francés comenzó a investigar el problema y descubrió que en el este de Francia nacieron 11 bebés sin extremidades, entre 2000 y 2014. Esta es un área cerca de la frontera con Suiza, donde se notificaron otros siete casos entre 2009 y 2014.
En la última década, se notificaron siete casos más en la parte occidental del país: cuatro nacimientos en la región de Morbian entre 2011-2013 y tres nacimientos más en la zona vecina del Bajo Atlántico entre 2007 y 2008.
Entre el público francés existe una creciente preocupación por los defectos causados por la contaminación de los alimentos, el agua o el aire en esas áreas. “Podría ser un factor ambiental, tal vez esté relacionado con lo que estas mujeres comían, bebían o respiraban”, dijo la ministra de Salud de Francia, Agnès Buzyn. “Quiero saber, en mi opinión, todo lo que Francia quiere saber”.
“Tendremos que examinar a las madres y tratar de entender en qué están todas estas familias. Es muy complejo, tenemos que investigar la historia de las familias, incluso diez años o más”.
El informe completo se publicará en junio del próximo año y los resultados preliminares se publicarán en enero. Todos los años se reportan en Francia unos 150 casos de bebés nacidos con defectos en las extremidades. En su mayor parte, las razones pueden ser el uso de algún fármaco por parte de la madre, la exposición a sustancias tóxicas o trastornos cromosómicos.
El fenómeno fue especialmente prevalente a fines de la década de 1950 y principios de la década de 1960, luego del uso generalizado de medicamentos contra las náuseas durante el embarazo, la talidomida. Durante estos años, hubo alrededor de 10,000 casos en todo el mundo del nacimiento de bebés con defectos, incluyendo la falta de extremidades.