A lo largo de toda la pandemia de coronavirus, Corea del Norte ha seguido insistiendo en que no ha tenido ningún caso del mortal virus. Este fue el caso durante la aparición original del virus, a través de diversas variantes anteriores, y ahora la llegada de Ómicron.
Sin duda, nadie en el mundo de la salud pública o la diplomacia cree al régimen en estas afirmaciones, pero han seguido haciéndolas a pesar de la proximidad del país al epicentro inicial de la pandemia en China.
Según NK News, Corea del Norte ha comunicado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha realizado pruebas a otras 1.464 personas en las últimas dos semanas. Según la OMS, Corea del Norte ha realizado pruebas a 48.449 personas hasta la fecha.
NK News señaló que, aunque Corea del Norte no ha comunicado a la OMS ninguna prueba positiva, los medios de comunicación estatales han informado sobre la propagación de la variante Ómicron. La Televisión Central de Corea, al igual que muchos otros medios de comunicación del mundo, ha estado informando de que las dos vacunas iniciales no son suficientes para prevenir parte de la transmisión de la variante Ómicron.
En noviembre, un grupo de expertos de la ONU aprobó una resolución en la que se criticaba a Corea del Norte por sus abusos contra los derechos humanos.
“La urgencia y la importancia de la cuestión de los secuestros internacionales, que supone una grave violación de los derechos humanos, y del retorno inmediato de todos los secuestrados”, decía la resolución, que fue respaldada por Japón y la Unión Europea. Según Kyodo, es probable que la Asamblea General apruebe la resolución a finales de este mes.
También se menciona en la resolución “la grave preocupación por los largos años de grave sufrimiento experimentado por los secuestrados y sus familias, y la falta de cualquier acción concreta o positiva”, así como una denuncia de la búsqueda de armas nucleares por parte de Corea del Norte.
Posteriormente, el gobierno norcoreano denunció la resolución.
“Nunca toleraremos ningún intento que viole la soberanía de nuestro Estado y seguiremos contrarrestando con determinación hasta el final las maniobras cada vez peores de las fuerzas hostiles contra nosotros”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano en un comunicado emitido por la Agencia Central de Noticias de Corea.
Esto se produce cuando Corea del Norte celebra este mes el décimo aniversario de Kim Jong-un en el poder, ya que Kim ha gobernado el país desde el fallecimiento de su padre Kim Jong-il, a finales de 2011.
Kim causó un gran revuelo a principios de este año cuando apareció en público habiendo perdido una gran cantidad de peso, lo que dio lugar a especulaciones de que se había vuelto más saludable, o que tal vez estaba enfermo. Los servicios de inteligencia de Corea del Sur han llegado a la conclusión de que el líder norcoreano no se enfrenta a ningún problema de salud en particular, ni tampoco son ciertos los rumores de que el Kim que aparece en público es un doble, según informó ABC News en octubre.