La agencia antiterrorista de la India nombró a un líder militante con sede en Pakistán como el principal cerebro de un atentado con coche bomba en el 2019 en Cachemira controlada por la India, que mató a 40 soldados indios y llevó a los rivales con armas nucleares al borde de la guerra.
La Agencia Nacional de Investigación presentó una hoja de cargos el martes que nombró a Masood Azhar, jefe de Jaish-e-Mohammed, y a otras 19 personas entre los acusados.
“La investigación ha revelado que el ataque a Pulwama fue el resultado de una conspiración criminal bien planeada por el liderazgo de la organización terrorista Jaish-e-Mohammad con base en Pakistán”, señala el documento.
Jaish-e-Mohammad, quien tiene su sede en Pakistán, había reivindicado la responsabilidad del atentado, según los informes de los medios de comunicación, aunque el atacante fue identificado como un militante de Cachemira. Un vídeo pregrabado de nueve minutos, que circuló en los medios de comunicación social, mostraba al supuesto atacante en ropa de combate y rodeado de armas y granadas horas antes de que embistiera una furgoneta cargada de explosivos contra un convoy paramilitar.
El bombardeo del 14 de febrero del 2019 fue el ataque más mortífero de la región dividida y aumentó las tensiones entre la India y el Pakistán. En respuesta, India lanzó un ataque aéreo contra presuntos campos de entrenamiento de militantes dentro de Pakistán, mencionando que golpeó a uno y mató a “un número muy grande” de militantes. Pakistán indicó que el ataque solo dañó tres árboles en un bosque.
Islamabad respondió entonces derribando un avión de guerra indio y capturando a un piloto, que fue devuelto a la India como gesto de paz.
India ha acusado desde hace mucho tiempo a Pakistán de crear grupos militantes en una guerra de poder contra Nueva Delhi. Pakistán niega la acusación.
El conflicto en Cachemira se remonta a finales de la década de 1940, cuando India y Pakistán se independizaron de Gran Bretaña y libraron dos guerras en la región del Himalaya.