Los servicios de inteligencia alemanes interceptaron intercambios de radio entre soldados rusos que discutían el asesinato de civiles en las afueras de Kiev, lo que podría reforzar las pruebas de que las fuerzas del Kremlin llevaron a cabo atrocidades, informó el jueves la revista Der Spiegel.
Funcionarios alemanes, que presentaron la información a los legisladores en Berlín el miércoles, dicen que las intercepciones indican que el asesinato de civiles en la ciudad de Bucha, cerca de la capital ucraniana, no fue un acto de las fuerzas de los delincuentes, sino que puede haber sido parte de una estrategia deliberada para fomentar el terror, dijo la revista. Rusia ha dicho que las imágenes de cadáveres de civiles encontradas en Bucha tras la retirada del Kremlin fueron un montaje.
Estados Unidos impuso una nueva serie de sanciones y la Unión Europea está preparando su propia batería de medidas tras las acusaciones de matanzas llevadas a cabo por las fuerzas rusas que los líderes mundiales, incluido el presidente Joe Biden, han calificado de crímenes de guerra.
Las interceptaciones del BND coincidieron con los datos de localización con la posición de los cuerpos encontrados en Bucha, informó la revista. En una conversación, se oye a un soldado afirmar que disparó y mató a un ciclista. En otra, se oye a un individuo decir que los transeúntes deben ser interrogados inicialmente y luego disparados.
La información alemana indicaba que mercenarios del Grupo Wagner, una empresa militar privada rusa, podrían haber participado en las atrocidades, informó Spiegel. Testigos presenciales describieron a soldados jóvenes que llegaron inicialmente a Bucha durante la primera fase de la invasión, que comenzó el 24 de febrero, y que luego fueron sustituidos por otros cuando comenzaron los ataques a los civiles. Algunos afirmaron que había chechenos entre ellos, dijo Spiegel.
Los funcionarios alemanes también estaban analizando grabaciones que no podían ser localizadas, lo que hacía temer que las atrocidades pudieran haberse cometido en otros lugares, y había algunos indicios de charlas fuera de Mariupol, dijo Spiegel.