Catherine Connolly, una independiente de extrema izquierda y firme crítica de Israel, ganó las elecciones presidenciales de Irlanda con una victoria aplastante frente a su rival de centroderecha.
Los resultados oficiales reflejaron un amplio respaldo de los votantes a Connolly para ocupar la presidencia, un cargo de carácter mayormente ceremonial en Irlanda. Obtuvo el 63 % de los votos de primera preferencia, una vez excluidos los sufragios no válidos, frente al 29 % de Heather Humphreys, candidata del partido de centroderecha Fine Gael.
Connolly ha sido objeto de críticas por sus declaraciones sobre el grupo terrorista Hamás, al que describió en septiembre como “parte del tejido del pueblo palestino”. Más adelante afirmó que “condenaba totalmente” las acciones de Hamás, aunque acusó a Israel de llevar a cabo lo que calificó como un “genocidio” en Gaza, acusación que Israel rechaza de manera categórica. También ha acusado a Israel de “comportarse como un estado terrorista”.
La nueva presidenta, de 68 años, declaró el sábado por la noche en el Castillo de Dublín que defendería la diversidad, sería una voz por la paz y actuaría de acuerdo con la política de neutralidad del país. “Sería una presidenta inclusiva para todos ustedes, y lo considero un honor absoluto”, afirmó.
Heather Humphreys reconoció su derrota la mañana del sábado, antes de que concluyera el recuento de votos. Connolly, abogada de formación y legisladora desde 2016, ha advertido además sobre la creciente “militarización” de la Unión Europea tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.
Irlanda mantiene una tradición de neutralidad militar, aunque los críticos de Connolly sostienen que su postura podría poner en riesgo las relaciones con los aliados del país. Connolly sucederá a Michael D. Higgins, presidente desde 2011, quien deja el cargo tras completar el máximo de dos mandatos de siete años. Será la décima presidenta de Irlanda y la tercera mujer en ocupar la jefatura del Estado.
La política recibió el apoyo de varios partidos de izquierda, entre ellos el Sinn Féin, el Partido Laborista y los Socialdemócratas. El primer ministro Micheál Martin la felicitó por su “victoria electoral muy completa” y expresó su disposición a trabajar con ella “mientras Irlanda continúa desempeñando un papel importante en el escenario mundial y se prepara para albergar la presidencia de la Unión Europea en la segunda mitad de 2026”.
